El ideal personal
El
ideal personal es una verdad (….) cuya vivencia se tiene de forma personal y
experiencial (…) Es una expresión de mi vivencia valórica personal, de mi
vivencia central, un brote que ha germinado y que ha comenzado lentamente a
crecer y a madurar de dentro hacia fuera. (….) El ideal personal suscita con
enorme facilidad personalidades marcadas.
J. Kentenich, 1936,
manuscrito
Llegar a los
sentimientos y al corazón
Esto es lo más importante: que no se capte no solamente en el plano del conocimiento […] Por eso no hemos denominado ideal personal como una idea fundamental, sino como una vivencia fundamental. […] Se puede aprender a construir todo el edificio sobre los afectos, sobre los deseos o sobre todos los impulsos que están ahora despiertos en el alma (….) En el fondo, aquí se trata siempre de lo irracional, de lo afectivo, ámbito que, naturalmente no raras veces también está impulsado por una gran ideología.
Por
tanto, aquí se trata más bien de aflojar realmente un poquito de vida
irracional del alma, a fin de actualizar realmente aquello que ha salido o está
saliendo a la luz. (…) Es decir: hay muchas cosas adheridas solo exteriormente.
¿Y eso tiene vida? No, eso no tiene vida, está adherido, se lo mantiene en
movimiento desde fuera. Por supuesto, lo expreso de forma exagerada, pero hay
mucha verdad en ello. Por eso yo personalmente procuro siempre apartar lo
adherido para captar primeramente los impulsos primordiales de la naturaleza
humana. Si no los captamos, nos cansamos de hablar en ideologías
sobrenaturales; pero yo no entro para nada en ello. (….)
J. Kentenich, 18 de
julio de 1966, en
Ein Durchblick in Texten, t. 5, 464
Mi pequeña verdad
Vivencia clave y
oraciones predilectas
Cuando me conmueve una gran alegría o un gran dolor, ¿hay algo que brote
de mi corazón? Ahora tienen que preguntarse ustedes mismas si tienen este tipo
de jaculatorias predilectas. Pueden comprenderlas como una vivencia central
personal. Esta es la pequeña verdad, una verdad que, muchas veces, está
asociada a mucho amor (…) La mayoría de nosotras encontrará que la vivencia
central está relacionada de alguna manera con la fe en la Providencia, con la confianza
en que Dios ha tomado en sus manos las riendas de nuestra vida.
Ahora bien, ¿cómo se llega a esa pequeña vivencia central, a la pequeña
verdad? Puedo preguntarme también por mis devociones predilectas. Como notarán,
lo importante es siempre la palabra “predilecta”. Aquello que hago con gusto
fluye a partir del patrimonio de un alma. De aquello que ocurre por propósito
no se pueden sacar conclusiones del núcleo de la propia alma.
Relación entre ideal personal e ideal de familia
Tienen que ser conscientes del modo en que ese imperativo tiene que ver interiormente con el ideal de la familia. Una familia auténtica, como se debe, solo surge si está formada por verdaderas personalidades o si, por lo menos, todos los miembros de la familia luchan por un núcleo de su personalidad. Donde todo está masificado, o sea, donde el individuo está despersonalizado, tenemos un colectivo, pero no una familia. No es ni siquiera una sociedad, y mucho menos una comunidad. En el colectivo tenemos la masa, pero la masa es incompatible con el carácter de familia. Por eso, mucho depende de que nosotras mismas seamos personalidades con el carácter de familia. Por eso, mucho depende que nosotras mismas seamos personalidades y si educamos a nuestro esposo y a nuestros hijos para que sean personalidades. Sentimos en general cuán importante es hoy en día que hagamos interiormente resistentes a a aquellos que nos han sido confiados. Desde todas partes se busca arrebatarnos el núcleo de la personalidad. Cuando las corrientes modernas nos inunden se hará todo lo posible por desmoralizarnos y rendirnos. (….)
J. Kentenich, 4 al 8 de
septiembre de 1950, en
Uns gesagt. T. 3, 64 ss
Estos textos los voy a dar a los profesores de catequesis para que trabajen el Ideal Personal con los alumnos de último año. Gracias Paco!
ResponderEliminar