El camino racional hacia sí mismo
Este
camino es el estudio de mi disposición, el estudio reflexivo del temperamento, el
estudio del carácter, el estudio de la tipología, a fin de reconocer, a partir de
allí, en qué dirección se ve llevada e impulsada mi naturaleza. Desde luego, después
escucho también lo que Dios ha depositado en mi naturaleza como impulso de índole
sobrenatural. […]
El camino irracional hacia sí mismo
Presuponemos
lo que Dios quiere de mí, cómo me ha pensado en mi persona y en mi tarea. En su
núcleo, en su germen, él ha depositado eso en mi naturaleza, en mi disposición.
De ahí la pregunta: ¿dónde puedo averiguar de forma totalmente primaria, sin
mucha reflexión, lo que ha sido depositado en mí? (….) Puedo averiguarlo
estudiando lo que de manera irreflexiva está despierto y vivo en mí.
Mi jaculatoria predilecta
Pregúntense
por su jaculatoria preferida. Tiene que ser una jaculatoria predilecta. Si
brota desde el interior, entonces va acompañada de la propia personalidad.
Pregunta: ¿Tengo yo pequeñas oraciones predilectas? No tienen por qué ser
rezadas de forma vocal.
Mi ocupación predilecta
Pregúntense
por su ocupación predilecta. ¿Por qué? En ello se expresa también algo
irracional de la personalidad.
Mi frase predilecta
Pregúntense
por su lema predilecto. ¿Hay algún lema (frase de la Escritura, verso de un
canto, adagio) que se les ocurra de pronto? ¿Hay una frase que prenda fuego en
ustedes? Podrán oírla miles de personas sin que les produzca impresión alguna.
Solamente prende fuego en aquel cuya actitud fundamental reproduce.
J. Kentenich, 1950, en Grundriss einer
neuzeitlichen Pädagogik, 168 s.
Aquí
se trata de aquello que ha crecido en mí por sí solo de forma totalmente
irracional. ¿Comprenden por qué lo digo? Porque es un elemento de nuestra
naturaleza primitiva, también sostenida por la gracia, un elemento de mí mismo.
Algo
me electriza. (….) Pregúntense una vez más: ¿en qué medida resuena aquí de
forma irracional, o sea, sin que yo lo sepa de forma reflexiva, el núcleo de mi
personalidad? Evidentemente, resuena porque mi naturaleza reacciona con total
espontaneidad a ello; de alguna manera tiene que haber tocado un nervio. (….)
Notará
ustedes que en todas partes aparece la palabra “predilecta”. No se trata, pues
de algo conseguido con dolor y esfuerzo, sino de algo que ha crecido, que se ha
suscitado. (…)
Solo
tienen que desactivar la reflexión. Allí tienen, en realidad, aspectos con lo
que pueden llegar rápidamente a comprobar o también a redescubrir lo más
originariamente personal de ustedes mismos.
J. Kentenich, 18 de octubre de 1951, en
Oktoberwoche 1951, 255 ss.
Estos son
algunos pensamientos provenientes del «taller pedagógico» sobre pedagogía de ideales
como pedagogía de convicciones y de mentalidad.
J. Kentenich, 1950, en Grundriss einer neuzeitlichen Pädagogik, 169 ss
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