RENOVACIÓN ESPIRITUAL Y CONFESIÓN
Una «renovación espiritual» sirve para arrojar una mirada retrospectiva
al mes pasado y hacer una prospectiva del mes siguiente, y constituye una
reorientación de la vida y aspiraciones personales.
¿Cómo podemos procurar, como schoenstattianos, que nuestra familia se convierta realmente en la
fuente de la educación para nosotros y para nuestros hijos?
Desde luego, ahora tendrán que decir de nuevo: también
necesitamos renovarnos. En otras agrupaciones de la Familia (de
Schoenstatt) - en las que hay una
aspiración especial – tenemos la costumbre de realizar mensualmente una suerte
de renovación espiritual. ¿Qué significa eso? Que, por lo menos, una vez al mes
nos reunimos en la familia y hacemos un examen de conciencia: ¿seguimos
manteniendo todavía (….) lo que ahora hemos aprendido?
J. Kentenich, 4 de mayo
de 1964, en
Am Montagabend, t. 30,
79
Repostaje mensual: la
renovación espiritual
En la Familia [de Schoenstatt] existe muchas veces la costumbre de realizar cada mes una suerte de renovación espiritual, que hacemos solos: ustedes no necesitan contar con extensas pláticas. Es un día en el que se hace una retrospectiva: ¿qué ha alcanzado, qué ha logrado la educación y qué tenemos que hacer en el próximo mes?
Si
ustedes toman ahora en serio el living shrine (santuario vivo), yo
podría imaginarme que se sentirán realmente impulsados a averiguar juntos, cada
mes: ¿cómo están las cosas con esos objetivos de la educación? Es evidente que,
entonces, notaremos pronto: yo no puedo educar a mis hijos a esos ideales si no
aspiro yo mismo a ellos. (….) Ahora, si el papá y la mamá quieren hacer juntos
una suerte de renovación espiritual, dependerá de que se digan, una y otra vez:
¿nos hemos convertido más y más, por ejemplo, en un reino de amor? Es decir,
¿es el amor el lazo que nos une a todos – el esposo y la esposa, los padres y
los hijos - ?
En
segundo lugar, según sea: si podemos decir que hemos crecido, entonces tenemos
que estar agradecidos; si tenemos que decir que todavía falta, entonces cabe
preguntarse: ¿qué tenemos que hacer? La respuesta es: renovar la alianza de
amor.
J. Kentenich, 13 de
enero de 1964, en
Am Montagabend, t. 29,
209. 215
Si han
reflexionado sobre todos […] los pensamientos, encontrarán que, en lo esencial, son tres los sentimientos que quieren
mover y tocar el alma.
1. En primer lugar, será probablemente el
sentimiento de gratitud.
2. En segundo lugar, puede ser el sentimiento
de arrepentimiento. ¿Comprenden por qué arrepentimiento? Si reconocemos que habríamos
podido hacer más, crecer más, crecer más profundamente.
3. Y después, en tercer lugar, el propósito:
el año [mes] próximo queremos esforzarnos aún más por realizar el plan de la Providencia
divina en todas direcciones.
J. Kentenich, 30 de diciembre de 1963,
en Am
Montagabend, t. 29, 200
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