“Imagen del Dios Trino… Tres personas y un solo Dios. Algo similar ocurre aquí: en el matrimonio debo conservar el carácter personal —the value of the personality— y al mismo tiempo ser con el cónyuge una sola carne. Vale decir que también en el acto conyugal —intercourse— debo cultivar mi carácter personal.
Arribados a
este punto, creo que sería oportuno traer a colación los siguientes términos: sexus,
eros, ámor, cáritas o agápe.
- Amor
sexual (Sexus)
Naturalmente,
primero hay que explicarlos, ¿verdad? Fíjense que todas estas formas del amor
tienen que estar integradas en el acto conyugal. A ustedes, en su realidad de
esposos, no necesito exponerles qué es el amor sexual. Padre y madre, vale
decir, esposo y esposa, tienen derecho al acto sexual y con ello al placer
sexual. Pero para que esta unión no se convierta en un acto animal debo
realizarlo como persona. ¿Qué significa eso?
- Amor
erótico (Eros)
El eros opera
como una protección del amor sexual. No me extenderé mucho sobre el tema. Hoy
el término «erótico» se emplea de muchas maneras hasta el punto de que uno no
sabe a qué se refiere el autor con él. Unos entienden tal cosa y otros tal
otra. Yo les digo sólo que me gustaría que entendiésemos de ahora en adelante
con esa palabra: la mutua complacencia que siente el uno por el otro.
Les hago un
pequeño comentario a modo de ilustración. Ayer me visitó una joven pareja de
novios que pronto se van a casar. Pueden imaginarse cómo se comportaban. ¡Si
hubieran visto sus miradas! ¿Que cómo eran? Tal cual la de ustedes cuando
estaban en esa misma situación. La mirada de cada uno era como un sol que
iluminaba al otro. ¡Con qué afecto se daban la mano y se abrazaban! Después me
enteré de que aquel muchacho antes de su noviazgo no sabía nada de gestos de
ternura. ¿Se dan cuenta? Este es el amor de eros al que me refería hace un
momento. Es la fascinación ante la belleza del otro. ….. Observen, por favor,
que esto no tiene nada que ver con lo sexual. Más aún, es una protección del
amor sexual. Para que lo sexual no se convierta en algo animal, tiene que estar
siempre rodeado de la atmósfera de eros. ….
Somos
imágenes del Dios que es Trinidad, que es tres personas por eso en el
matrimonio no hay que prescindir de la dimensión de lo personal. Y para que el
acto conyugal no sea un acto animal, los esposos deben cultivar siempre ese
amor de eros, más allá de lo avanzados que estén en edad.
- Amor
espiritual (Ámor)
Al eros
sucede otra estructura de protección: el ámor, el amor espiritual. En mi
esposa descubro también valores espirituales. Debo rescatar dichos valores, y
cultivarlos. Y viceversa, ¡qué orgullosa debo estar de que mi esposo tenga
tantas capacidades, de que sea tan hábil! ¿Se dan cuentan de aquello a lo que
apunto? Medítenlo.
- Amor
sobrenatural (Cáritas)
Y llegamos
así a un último nivel de amor. Es el que llamamos agápe o cáritas, el
amor sobrenatural. Observen que el amor que profeso a mi esposa debe ser
también un amor sobrenatural. ¿Por qué amar a mi esposa? Porque su cuerpo es
asimismo morada de la santísima Trinidad. Ella es una personalidad llena de
Dios. Valoraré y protegeré esa personalidad. …..
Ya saben lo
que es el amor y la satisfacción sexuales. No olviden que no sólo no constituye
un pecado, sino que también es un acto de elevado valor moral, es una virtud.
Naturalmente, al acto sexual se le debe agregar lo demás. Cuando no se le
añaden esos otros elementos, vale decir, el amor de eros, el amor espiritual y
el amor sobrenatural, no estará entonces a la altura de la plenitud de ser que
subyace en él.
En cuanto al
amor sobrenatural, no olvidemos que también en el acto conyugal mi prójimo es
un hijo de Dios y miembro de Cristo. Este pensamiento nos ayudará en esos
momentos a conservar el mutuo respeto. …
Recuerden los
esposos que, con el paso de los años, decae el interés de la mujer por la
dimensión física del acto conyugal, por el placer físico, y que además ella
necesita más tiempo para alcanzar su satisfacción. No olvidemos que ella
también tiene derecho a la satisfacción. Como ven, se suscitan una gran
cantidad de preguntas muy concretas sobre las cuales casi nunca se habla. …..
A modo de resumen, ¿qué habremos de recordar? Que el matrimonio y el acto conyugal no son realidades que se vivan al margen, sino que es preciso modelar para que sean camino de santidad. Un elemento clave en esta labor es cuidar que cuando realicemos el acto conyugal no se desvanezca el carácter personal de los esposos.”
J. Kentenich, 16 al 23.01.1961, Lunes por la tarde, Tomo 20
Este texto debiera de ser de lectura obligatoria en nuestros noviciados, pero además, trabajarlos constantemente!!! Gracias Paco!!!
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