viernes, 28 de julio de 2023

CULTURA DE LA VIDA DE AMOR DE LOS ESPOSOS

A los que pretendemos ser santos en el matrimonio, el Padre Kentenich nos da las pautas para un ejercicio ascético personal durante toda la vida, nos muestra una “cultura” adecuada a nuestra situación, un conjunto de modos de vida y de costumbres que nosotros, esposos, debiéramos cultivar en nuestra vida ascética y de amor. Tomamos los textos a los que nos referimos de diversos tomos de la serie “Lunes por la tarde”, charlas a los matrimonios de Milwaukee a principios de los años sesenta. Aquí está el programa:

“Disfrutar como es debido - prescindir como es debido
Una pregunta práctica: ¿Cómo debemos percibir a las personas y las cosas? Si quieres concretarlo ahora: Toma a tu mujer, a tu marido, toma a tus hijos, toma la comida y la bebida, toma el dinero y los bienes, es decir, todas las cosas prácticas; toma la televisión, tu jardín, las abejas, es decir, todo aquello con lo que tienes que ver, por lo que tienes un interés especial. ¿Cómo tenemos que adaptarnos a estas cosas? ... Te daré cuatro respuestas.

Contemplar correctamente
Relaciona todas las cosas, todos los valores con Dios y utilízalos como una escalera hacia el buen Dios. Ahora digo - pero en esencia es lo mismo -: Primero, ver todas las cosas y todas las criaturas, todas las personas correctamente, por ejemplo a la luz de la fe ...
¿Qué significa ver correctamente? Nunca separarse de Dios. Así que no veo mi salchicha separada de Dios, no veo los dedos de mis pies separados de Dios, mi pelo separado de Dios, mis gafas separadas de Dios, mis hijos separados de Dios - siempre veo todo en conexión con Dios, lo veo correctamente. Pero también debo ver correctamente la cruz y el sufrimiento.

Disfrutar adecuadamente
Puedo disfrutar de las cosas, regocijarme en ellas, pero siempre en dependencia de Dios y como escalera hacia Dios.


Renunciar correctamente
Puedo prescindir de las cosas de vez en cuando, pero no prescindir de ellas todo el tiempo. ¿Qué significa renunciar, renunciar de verdad? Hacer feliz a Dios mediante la renuncia. Es siempre, siempre lo mismo: llevar todo hacia Dios, poner la escalera hacia Dios.


Dominar correctamente
¿Qué significa estar por encima de las cosas? También mostrar alguna vez que soy independiente de ellas. No soy esclavo de las cosas.

Ahora apliquen lo dicho al trabajo. ¿Qué tipo de trabajo se trata? Por lo que a mí respecta podría ser, trabajo en la industria, la industria del acero, o soy asesor fiscal, abogado, ama de casa; no sé qué más puede ser. Ya se lo dije la última vez: es una gran tragedia que todos estemos en peligro de caer presa de una dedicación y actividad laboral sin alma .... Yo también puedo esforzarme por hacerme rico, pero siempre en dependencia de Dios.”

J. Kentenich, Lunes por la tarde, diversos tomos

 


“Granjearse continuamente el amor del otro

Procuren los esposos granjearse siempre el amor de sus esposas. Recuerden cómo trataban de granjearse ese amor en aquel tiempo cuando se conocieron por primera vez. Respetábamos la persona de nuestra novia; tuvimos la suficiente fuerza para comportarnos como personas íntegras y despertamos así su respeto hacia nosotros. Así como mantuve el equilibrio en el tiempo de noviazgo así también lo conservaré en mi matrimonio. Fíjense que si perdemos el equilibrio, si damos rienda suelta a nuestros instintos, no sólo en el área sexual sino en nuestra conducta y trato, la consecuencia será que la mujer pierda el respeto que sentía hacia nosotros y ya no estaremos granjeándonos su amor.

Lo mismo vale para la mujer. Que la esposa procure siempre agradar a su marido. Recordemos cómo lo hicimos durante el tiempo de nuestro noviazgo, cómo la joven se relacionaba con su novio. Yo como esposa tengo que saber qué le agrada a mi esposo en mí, qué vestido o qué actitudes.

No olviden que en este punto no se trata de lo sexual. Ya dijimos que el amor de eros sirve de protección al amor sexual. El amor de eros es una complacencia mutua que experimentan los cónyuges entre sí, algo totalmente aparte de lo genital. No tiene nada que ver con ello.

Para que nuestro acto conyugal sea un acto moral, procuremos que sea expresión de comunión espiritual o bien, dicho con otras palabras, que el amor sexual esté siempre unido al amor de eros, al amor espiritual y al sobrenatural.

El tú en primer plano

Esta consigna exige de nosotros un cuidadoso cultivo de la vida de amor, en todo sentido. Aprendamos en primer lugar a hacernos felices el uno al otro, lo que en la práctica significa ir más del «yo» hacia el «tú». El amor crece cuando se pone más en primer plano al tú, a la entrega al tú, y no al yo. Velemos para que el amor crezca siempre, para que crezca realmente, tal como lo anhelábamos cuando estábamos de novios. Sí, queremos hacernos felices mutuamente, pero no sólo en la unión sexual sino también en la unión sexual. Y para lograr este objetivo hay que cultivar en todo sentido nuestra vida de amor.”

J. Kentenich, Lunes por la tarde, Tomo 20


No hay comentarios:

Publicar un comentario