viernes, 23 de junio de 2023

Diálogo matrimonial - El arte de escuchar

“Les digo que hay pocos hombres que dominen el arte de escuchar. Hay muchos artistas del hablar, pero no del escuchar y comprender. Hay muchos educadores que enseguida comienzan a hablar de sí mismos, de sus necesidades, enfermedades, vivencias y experiencias. ….. ¿Saben qué cualidades debe poseer ese arte de escuchar? Debe ser un escuchar que despierte y libere.

Despierta confianza

En este punto cobra especial importancia la personalidad de cada uno. Algunos necesitan hablar y hablar para que el interlocutor se sienta comprendido. Pero hay otros hombres que no precisan pronunciar palabra alguna: toda su presencia, sus gestos y aún sus ojos, impactan al que le escucha.

Es necesario que nuestro escuchar sea atento. Está claro entonces que no tiene que ser algo aburridor ni aburrido, un escuchar con fastidio que el otro lo nota enseguida diciéndose: "Este no se interesa por lo que le estoy confiando".

Pero les advierto expresamente que en esta área no debemos ser calculadores. El profesor Goldbeck dijo en una oportunidad: "Si actuamos por cálculo la labor de escuchar a los que vienen a desahogarse es muy distinta: uno sólo los escuchará porque sabe que los otros tienen necesidad de ello". Pero de este modo escucharemos por pura obligación, lo que es una actitud falsa y realmente calculadora. No tenemos que obrar así, sino en virtud de un verdadero interés.

Me gusta repetir este lema: "Interesarse con interés y no por cálculo". Tener un concepto justo de los que nos fueron confiados significa interesarse por todas sus cosas. Todo será importante: el dolor de cabeza o cualquier otra afección del educando o bien sus achaques psíquicos. Hay que interesarse por cada pequeñez. …. En todo momento nuestro escuchar debe ser un escuchar que despierte el tú, que suscite confianza. Da lo mismo que escuchemos interrumpiendo a veces la exposición del otro con nuestros comentarios o bien que permanezcamos quietos y mudos.

Libera y es bondadoso

También debe ser una escucha liberadora. ¿Qué entendemos por una escucha liberadora? Quizás deba emplear aquí otra expresión: un escuchar bondadoso. Debe haber bondad en mi actitud. Muchas veces no se trata de dar consejos que el que me escucha de alguna manera ya conoce. He aquí una realidad sutil, casi podría decir asombrosa y maravillosa: la posibilidad de influir sobre el otro, de que un alma humana pueda entender a otra y ésta experimente que: "Mi interlocutor se hace cargo de mi necesidad…" Es frecuente que uno se haga cargo, en el plano espiritual, de la necesidad del otro. ….. Generalmente debería ocurrir que quien escuche se haga cargo de la necesidad del otro. Pero cuando sólo se escucha mecánicamente, las cosas no resultan. Sólo se logrará lo contrario de lo esperado. …..

Captar lo bueno

¿Qué es el arte de captar lo no expresado con palabras? Lo que voy a exponer ahora es algo más concreto y puede comprenderse y medirse con mayor facilidad. Hay que captar lo bueno de todo lo que la persona en cuestión diga o haga. Captemos siempre el núcleo bueno.”

J. Kentenich Mayo 1931 en Ethos e Ideal en la educación, Págs. 288 - 303


Si desea, puede pulsar en el aviso de abajo, y encontrará un esquema para el diálogo matrimonial, inspirado en la pedagogía y el espíritu del Padre Kentenich.


Esquema - guía para el diálogo matrimonial

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