Parto de la suposición, en primer lugar,
de que es verdad que Occidente, en su raíz, no es tan cristiano como creíamos;
y, en segundo lugar, de que Occidente —piensen en los distintos pueblos
occidentales— en la medida en que estaba auténticamente arraigado en el
cristianismo, se ha ido debilitando en ese arraigo a través del tiempo actual.
¿Quién de nosotros tiene dudas al respecto? ¿Quién?
¿Qué significa todo esto? Podría tomar
ahora puntos de partida muy diferentes. Podría partir de la idea de los
"tiempos más nuevos" —piensen en Guardini— distinguiendo así entre la
Antigüedad, el Medioevo, los Tiempos Modernos y los "tiempos más
nuevos". De acuerdo a esta distinción, nos encontramos en una incisión
histórica de tal magnitud, que se supone hay razones para hablar, sin más, de
un "tiempo más nuevo".
¿Qué significa esto? Que vivimos en un
tiempo, si así puedo decirlo, en que, habiendo tomado el Demonio su iniciativa
diabólica, debemos esperar una nueva iniciativa divina. Esto que acabo de
decir, por ahora quiero presuponerlo. Dios debe tomar una nueva iniciativa. En
realidad, con ello les confío una de mis ideas personales y predilectas. Verán:
la historia de salvación se reitera. La historia de salvación comenzó con el
nacimiento de Cristo y con el sí de María. Si el mundo actual quiere encontrar
de nuevo el camino hacia Cristo, María debe dar nuevamente a luz a Cristo.
También aquí presupongo que ustedes aceptan esto en su interior. Pero, cuando
reflexionen o hablen al respecto, deben fundamentar todo y estudiarlo
nuevamente, pues, de lo contrario, nunca entenderán toda la profundidad de
Schoenstatt con su alianza de amor. ¡La santísima Virgen quiere crear desde
aquí un mundo totalmente nuevo: Cristo debe nacer de nuevo! Pienso que en esto
también a ustedes les sucederá como a alguien que me hacía hoy el siguiente
comentario: cuanto más se profundiza en el estudio del Hacia el Padre, tanto
más variadas son las respuestas que allí se encuentran. A menudo se trata sólo
de un par de palabras que se nos abren como visiones a la distancia. Sólo se
necesita tiempo para captarlas.
Gracias por todos tus regalos,
por la abundancia que hemos recibido;
gracias porque elegiste a Schoenstatt
y porque allí Cristo nace de nuevo.
¿Comprenden lo que significan? No se trata
solamente de que Cristo nace de nuevo como en todas partes. ¡No, no! Deben
verlo con toda su fuerza, en esta gran perspectiva: Cristo debe nacer
nuevamente. Por esta razón es tan importante que mantengamos con firmeza lo que
hemos querido desde el comienzo. ¿De qué se trata? Del amor a María. Pero María
no solamente como camino hacia la intimidad con Dios Padre, sino también como
camino hacia el nacimiento de Cristo para el tiempo actual, para la nueva
época.
(Texto
tomado de: "Plática para estudiantes de teología", Milwaukee, Estados
Unidos, 31 de Mayo de 1963 - Publicado en “Mit Maria ins neue Jahrtausend”,
Schoenstatt-Verlag 2000 – Ver „La actualidad de María“)
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