viernes, 5 de abril de 2024

RENOVARSE PERIÓDICAMENTE

RENOVACIÓN ESPIRITUAL Y CONFESIÓN

Una «renovación espiritual» sirve para arrojar una mirada retrospectiva al mes pasado y hacer una prospectiva del mes siguiente, y constituye una reorientación de la vida y aspiraciones personales.

¿Cómo podemos procurar, como  schoenstattianos, que nuestra familia se convierta realmente en la fuente de la educación para nosotros y para nuestros hijos?

Desde luego, ahora tendrán que decir de nuevo: también necesitamos nosotros renovarnos. En otras agrupaciones de la Familia (de Schoenstatt) – en la que hay una aspiración especial – tenemos la costumbre de realizar mensualmente una suerte de renovación espiritual. ¿Qué significa eso? Que, por lo menos, una vez al mes nos reunimos en la familia y hacemos un examen de conciencia: ¿seguimos manteniendo todavía (….) lo que ahora hemos aprendido?

 

J. Kentenich, 4 de mayo de 1964, en

Am Montagabend, t. 30, 79

Repostaje mensual: la renovación espiritual

 

En la Familia de Schoenstatt existe muchas veces la costumbre de realizar cada mes una suerte de renovación espiritual, que hacemos solos: ustedes no necesitan contar con extensas pláticas. Es un día en el que se hace una retrospectiva: ¿qué he alcanzado, qué ha logrado la educación y qué tenemos que hacer en el próximo mes?

Si ustedes toman ahora en serio el living shrine (santuario vivo), yo podría imaginarme que se sentirán realmente impulsado a averiguar juntos, cada mes: ¿cómo están las cosas con esos objetivos de la educación? Es evidente que, entonces, notaremos pronto: yo no puedo educar a mis hijos a esos ideales si no aspiro yo mismo a ellos. (….) Ahora, si el papá y la mamá quieren hacer juntos una suerte de renovación espiritual, dependerá de que se digan, una y otra vez: ¿nos hemos convertido más y más, por ejemplo, en un reino de amor? Es decir, ¿es el amor el lazo que nos une a todos – el esposo y la esposa, los padres y los hijos -?

En segundo lugar, según sea: si podemos decir que hemos crecido, entonces tenemos que estar agradecidos; si tenemos que decir que todavía falta, entonces cabe preguntarse: ¿qué tenemos que hacer? La respuesta es: renovar la alianza de amor.

J. Kentenich, 13 de enero de 1964, en

Am Montagabend, t. 29, 209. 215

Si han reflexionado sobre todos […] los pensamientos, encontrarán que, en lo esencial, son tres los sentimientos que quieren mover y tocar el alma.

1.  En primer lugar, será probablemente el sentimiento de gratitud.

2.  En segundo lugar, puede ser el sentimiento de arrepentimiento. ¿Comprenden por qué arrepentimiento? Si reconocemos que habríamos podido hacer más, crecer más, crecer más profundamente.

3.  Y después, en tercer lugar, el propósito: el año [mes] próximo queremos esforzarnos aún más por realizar el plan de la Providencia divina en todas direcciones.

 

J. Kentenich, 30 de diciembre de 1963, en Am Montagabend, t. 29, 200

 

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