viernes, 12 de junio de 2020

El hombre nuevo en Schoenstatt - Una introducción


Como comentaba una de mis lectoras, los textos iniciales de la última entrada al Blog nos llevan a tomar conciencia de la frágil situación de nuestro espíritu, y el último apunte nos invita a seguir adelante. ¡Queremos ser “hombres nuevos”! Queremos encarnar en nosotros la herencia de nuestro Padre fundador, su enseñanza y su vida.

Valga primero recordar que lo de nuevo lo queremos entender en comparación con lo viejo. El fundamento lo podemos encontrar en los textos bíblicos (ver Ef 4,24 y Col 3,10). Pablo consideraba al cristiano como la nueva creatura en comparación con los no cristianos (ver Gal 6,15). Sabemos que ha sido, es y será siempre para todo cristiano una tarea, la lucha por llegar a ser esa nueva creatura en Cristo.

¿Qué es en Schoenstatt lo ‘nuevo’ (la modalidad) de este “nuevo hombre” que nos anuncia Pablo? ¿Cuál es nuestra tarea específica? En una carta del Padre Kentenich de octubre de 1948 leemos lo siguiente:

“Como se habla del hombre jesuita, franciscano, benedictino, y se entiende por ello hombres que, en el marco de la imagen cristiana del hombre en general, encarnan una posible plasmación original de esa imagen, siguiendo la enseñanza y la vida de san Ignacio, de san Francisco o de san Benito, así, con la denominación de “hombre nuevo schoenstattiano”, habrá de entenderse por lo visto un hombre que representa un estilo de vida anunciado y plasmado por Schoenstatt. ¿Pero cuál ha de ser ese estilo?”

Veamos alguna de las características que le dan forma a nuestro “hombre nuevo”. Por una parte, es una persona motivada, vinculada y conducida por el ideal, pero sobre todo es un hombre libre. La libertad fue para el Padre la cuestión clave de su espiritualidad. El hombre nuevo schoenstattiano se autoexige desde su propia y libre decisión, y realiza lo decidido desde esa misma libertad. Se proyecta a sí mismo en auto-responsabilidad y desde su propia actuación, dando forma en su vida a la imagen original que Dios tiene previsto para él, lo que significa conquistar y dar forma a su “ideal personal”. Este es el hombre nuevo vinculado al ideal que nos propone el Padre Kentenich (y que él vivió ejemplarmente).

El “hombre nuevo” es también una personalidad integrada orgánicamente, que vive y da forma a su propia vida desde el centro de su propio yo (no se deja manipular por los demás). Para el Padre Kentenich la persona integrada es la que sabe desarrollar todas las capacidades y fuerzas de su naturaleza humana, y también la que sabe relacionarse adecuadamente con su entorno, una persona capaz de vivir y construir comunidad.

Finalmente sabemos que el “hombre nuevo” es un hombre animado por el espíritu, lleno de alma, enemigo del formalismo y del fariseísmo, que se sabe en medio del mundo, y que, consciente de ser aliado y colaborador de Dios, se esfuerza por construir la historia.
El Padre Kentenich explica algo de ello en su conocido tratado “Mi filosofía de la educación” (1959):

El principio expuesto tiene en cuenta simultáneamente ambos aspectos: tanto la relación del hombre para consigo mismo (educación de la personalidad), cuanto su relación para con el tú del prójimo y del Dios viviente (educación de la comunidad y formación religiosa). De esa manera, el principio reúne los opuestos más rotundos entre el extremo individualismo y el colectivismo exagerado, uniendo a ambos en una creadora unidad de tensiones.

El modelo de esto mismo es la santísima Trinidad, a cuya imagen y semejanza fue creado el hombre. No en vano insiste el relato de la creación: "Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra." E inmediatamente se repite: "Hagámoslo según nuestra imagen y semejanza". Luego se constata con cierto júbilo "y lo hizo según su imagen y semejanza". Este modo de hablar expresa con gran claridad cuánta importancia otorga Dios a este carácter de imagen y semejanza propio del hombre. (…) Según ello, el hombre es imagen, reflejo y semejanza del Dios espiritual, del Dios hecho hombre y del Dios trino. Es sólo su reflejo, no su réplica perfecta. Evidentemente, no es Dios, sino sólo semejante a Dios. (…)

En su doctrina pedagógica, Schoenstatt se orienta imperturbablemente por esta imagen ideal. Por eso habla del ideal del hombre nuevo en la comunidad nueva, en todas las variaciones posibles.”

Conocemos ya la definición: “El hombre nuevo es la personalidad autónoma de una gran interioridad, con una voluntad y disposición permanente a auto-decidir, responsable ante su propia conciencia e interiormente libre, que se aleja tanto de una rígida esclavitud a las formas como de una arbitrariedad que no conoce normas. Por eso no reconoce una autonomía absoluta, sino que depende de Dios.”

En otro momento el Padre Kentenich lo explica así: “¿Cómo debe ser el hombre católico que Dios exige actualmente? Este es: 1°, el hombre total y absolutamente cristianizado; 2°, el hombre total y absolutamente personalizado; 3°, el hombre total y absolutamente lleno de alma; 4°, el hombre total y absolutamente unido en su interior.
Naturalmente, estas son palabras, juegos de palabras, pero abarcan, en líneas generales, todo aquello que Dios nos quiere regalar hoy en día.”

Recuerdo ahora a uno de mis maestros en la escuela schoenstattiana, el Padre Herbert King. En alguna ocasión citó el texto de un anuncio de la firma Kodak. En alemán decía: “Neues kann man nur mit neuen Augen sehen.“ Traducido: „Hay que tener ojos nuevos si uno quiere darse cuenta de lo nuevo.” Es lo que deseo e imploro para todos nosotros.




4 comentarios:

  1. Querido Paco: que bien nos vienen estas palabras para hoy. En esta pandemia debe surgir un " nuevo schoenstattiano"...más cercano al querer del PK.
    Ojalá algún día nos reconozcan y digan: " Ahí va un schoenstattiano...mira como ama"

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  2. Querido Paco! Yo voy a tomar este texto y lo voy a tratar de decir en la jornada de mañana... es de una fuerza arrolladora... ahí esta condensado todo lo que queremos ser y hacer... GRACIAS.

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  3. ojala podamos ser el hombre católico q Dios exige

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  4. gracias !!Tomo estos textos para darlo a conocer en el cursos de Pedagogía orgánica que organizamos y del cual participan profesores y publico en general de varias provincias!!!

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