viernes, 5 de julio de 2019

Resumiendo y programando: "Lunes por la tarde ... Tomo 2"


La serie de charlas del Padre Kentenich a los matrimonios de Milwaukee que hemos comentado hasta ahora – primer trimestre del año 1956 – nos muestran cómo el fundador de Schoenstatt intenta introducir al grupo de matrimonios de la parroquia alemana de aquella ciudad en el mundo de la alianza de amor con la Santísima Virgen, ofreciendo además una aplicación concreta de la misma al ámbito del matrimonio y la familia. El “misterio” de Schoenstatt, la fuente de vida para cualquier schoenstattiano.

En una de sus charlas lo explica así: A comienzos de la Primera Guerra Mundial, la santísima Virgen tomó posesión de manera original del santuario que se alza en Schoenstatt [18 de Octubre de 1914]. Se estableció allí como la gran educadora y guía de la humanidad en estos tiempos modernos. Decimos que lo hizo de manera original. Porque no sucedió mediante una aparición de la Virgen, sino que el deseo de Dios y de ella fue descubierto en 1914 a la luz de la fe práctica, sencilla, en la divina Providencia. Y desde entonces Schoenstatt es un ‘hijo de la divina Providencia’”.

Más tarde lo sigue explicando así: El Acta de Fundación dice: "Tráiganme muchas contribuciones al capital de gracias, contribuciones hechas por el fiel y fidelísimo cumplimiento del deber y una fervorosa vida de oración. Así entonces [primero hay que cumplir esa condición] me estableceré entre ustedes, atraeré los corazones hacia mí y los educaré como instrumentos aptos en mis manos".

Para concluir diciendo: “Con estas palabras quizás entiendan ahora mejor la definición citada anteriormente. Schoenstatt es una obra e instrumento en manos de nuestra Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt”.

En otra de las primeras reuniones del grupo apunta a la importancia de la familia en este camino de alianza, y les dice que Schoenstatt quiere ayudarles a convertirse en una familia schoenstattiana ideal.

Ante la expectativa creada con las palabras “familia schoenstattiana ideal”, el Padre Kentenich lo explica con esta definición, que todo schoenstattiano casado y con hijos debiera conocer y hacer vida: “¿Qué es una familia schoenstatiana? Respuesta: una familia que, en virtud de la alianza de amor con nuestra Mater ter admirabilis, se esfuerza cabalmente por ser, de acuerdo a la época, un reflejo de la Sagrada Familia de Nazaret”.

En esta familia se procura y se trabaja por un intercambio de corazones, de bienes y de intereses. Es una verdadera alianza de amor entre los esposos, que están dispuestos a dar todo, incluso lo más pequeño, a ejemplo de la Santísima Virgen que dio todo, incluso a su Divino Hijo. Y para alcanzarlo les sugiere: “Arráiguense en la Virgen María, dejen que ella haga todo, hasta que haya tres corazones que latan al unísono: el de ella, el de su Hijo, y el nuestro.” Y recordando a los hijos en el matrimonio, el Padre Kentenich les decía: “Pídanle a la santísima Virgen que eduque a sus hijos. Que los forme para que sean lo que Dios ha depositado germinalmente en ellos”.

Con sus charlas en las tardes de los lunes el Padre Kentenich ayuda a estos matrimonios a ir haciendo vida lo que encierra tal misterio. Y así lo hará también en los meses siguientes, de marzo a junio del año citado 1956. Son trece las charlas que consideraremos en las próximas semanas más cuatro que pronunciará como plática en la celebración de los 18 de cada mes, en la celebración de los días de alianza.

Recordamos que un grupo de matrimonios había sellado su alianza de amor el 2 de febrero y que habían escogido la rosa como símbolo de su alianza, lo que llevó al Padre a tratar en sus pláticas de estos meses “el profundo contenido simbólico de algunos elementos que constituyen el intercambio de rosas, como la hoja, el capullo y el perfume de la rosa, aprovechándolos como impulso para la vida a partir de la alianza de amor con la santísima Virgen” (Ver introducción al Tomo 2 de la Hna. M. Auerbach).

Me propongo no seguir el orden cronológico del libro en las próximas entradas del Blog, sino tratar primero las cuatro pláticas de los días 18 porque nos ofrecen una única e interesante temática para nuestras reflexiones y lecturas. A continuación, volveré al orden que nos ofrece el libro que, en este caso, lleva el título de “Caminar con Dios a lo largo del día”.

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Para leer o escuchar la introducción al Tomo 2 de la serie “Lunes por la tarde – Reuniones con familias” haz 'clic' en el siguiente "Enlace":

Introducción y prefacio al Tomo 2 de "Lunes por la tarde"


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