viernes, 12 de julio de 2019

Mariología aplicada: confianza por confianza


Cuando se leen las pláticas del Padre Kentenich de los días 18 de este año 1956 que venimos comentando, constatamos su gran carisma pedagógico y las características didácticas y metodológicas que le eran propias en su trabajo de pastor, educador y guía de almas. Y no sólo eso, sino que también apreciamos su anhelo y esfuerzo por mostrar a María como la gran educadora en la espiritualidad de alianza que caracteriza a Schoenstatt y a las personas y comunidades que la forman.

El grupo de matrimonios de Milwaukee que había sellado su alianza de amor a principios del año habían regalado a la Virgen como muestra de su amor un ramo de rosas. Al terminar la ceremonia recibió cada uno una rosa para llevar a casa, y recordar así lo realizado y vivido en el Santuario; era el regalo que la Santísima Virgen le hacía a ellos, la muestra de su amor. El Padre Kentenich observa esta realidad y la aplica en su labor pastoral con el grupo. No sólo se ha dado un intercambio de rosas, sino que el mismo apunta a un intercambio de corazones entre los protagonistas de la alianza. Poco a poco, en los meses sucesivos, en las celebraciones del día de la alianza, irá descubriendo el simbolismo y la riqueza de este intercambio y proponiendo su aplicación práctica a la vida de los matrimonios y sus familias.

En la primera celebración del 18 después del día de la alianza se refirió al intercambio de espinas entre María y los que a ella se consagran, y les mostró a la reina del cielo como a la Mater dolorosa por excelencia, aquella que ha padecido por nosotros como corredentora de su propio Hijo, y a la que le llevamos nuestras rosas sin omitir las espinas de nuestra propia vida. Cruz por cruz, sacrificio por sacrificio.

En la plática de este 18 de marzo que hoy podemos leer en el ‘enlace’ que apunto abajo, se fija en las hojas de las rosas, en su color verde, símbolo de la confianza, en la nervadura de la hoja, símbolo de las dificultades y en la forma del borde aserrado de la hoja, símbolo de las elevadas metas de nuestra vida. Hoja de rosa por hoja de rosa. Es la santísima Virgen la que primero nos regala su confianza y nos invita a que le regalamos a ella la nuestra, una confianza que quiere mostrarse también en las situaciones más difíciles, y también frente a las metas más elevadas.

Al mostrar a sus oyentes las cualidades de la confianza de María destaca, primero, su confianza en Dios puesta de manifiesto en el canto del Magníficat, en donde ella alaba la omnipotencia, la misericordia y la fidelidad de Dios con ocasión de la anunciación y en toda su vida posterior para, segundo, referirse también a su confianza en nosotros. Leemos en la plática:  

“La santísima Virgen asume esta grandiosa meta y, en las situaciones difíciles, cree, confía. ¡Confianza por confianza! La santísima Virgen nos regala esa confianza, esa confianza heroica en las situaciones más difíciles, (frente a) la grandiosa meta, (esa confianza) que ella demostró tan espléndidamente. Pero la confianza de la santísima Virgen tiene también otro lado: se dirige también a nosotros.
Para que entendamos la magnitud de su confianza haré referencia a una gran ley del orden de la salvación: Dios es omnipotente, el Salvador es omnipotente, pero ambos son "impotentes", es decir, no pueden hacer nada sin nosotros. El Dios omnipotente, el Hijo de Dios omnipotente se ha hecho pequeño, desvalido frente a nosotros. Es un misterio verdaderamente tremendo, como dice Pío XII. Y san Agustín nos advierte: Dios ha creado el mundo sin nosotros, pero no quiere redimirlo sin nosotros.
La santísima Virgen está también bajo esa misma ley. Ella tiene la gran tarea de ayudar a salvar el tiempo actual, a colocarlo a los pies del Señor. Y ella depende de nuestra colaboración. Por eso leemos también: nada sin la santísima Virgen, pero también nada sin nosotros”.

Nosotros confiamos en la santísima Virgen. Muchos de nosotros rezamos a menudo “En tu poder y en tu bondad fundo mi vida, en ellos espero confiando como un niño ….”. Y el Padre Kentenich recuerda que ella también deposita en nosotros su confianza. ¿Cómo es la confianza que María deposita en nosotros? Ella deposita su confianza también en nuestro poder, en nuestra bondad y en nuestra misericordia. Ella espera que asumamos nuestra misión para el reino de su Hijo con toda libertad y decisión, que lo hagamos con nuestra magnanimidad y que lo llevemos a cabo con toda nuestra determinación.

“Por tanto, ¿en qué basa ella su confianza? Ella nos da una vez más la verde hoja de rosa. Confía en nuestro poder; confía, segundo, en nuestra bondad y, tercero, en nuestra fidelidad, en que seremos fieles a ella en todas las situaciones, también en las más difíciles.
…… Entendemos, pues, que el grado de su confianza sea magnánimo. Ella confía en que, en su difícil situación, le ayudaremos a salvar el mundo”.

El Padre Kentenich invita por eso a sus oyentes a consagrar todas las fuerzas de su vida en la realización del Acta de Fundación, a construir como instrumentos de la santísima Virgen un mundo nuevo en Cristo Jesús.
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Para leer o escuchar la plática mencionada haz 'clic' en el siguiente "Enlace":

Plática del 18 de Marzo de 1956 - Hoja de rosa por hoja de rosa: confianza por confianza

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