Nuestro Padre fundador nos explica en una de sus conferencias del año 1952 la tarea de la Santísima Virgen en el orden de la salvación del género humano. Dice así:
“¿Cuál es entonces, mi tarea personal y la de todos
nosotros? Queremos resolver problemas. Mi tarea es mostrarles a la Virgen María
como la gran señal, así como Dios la pensó desde la eternidad y tal como nos la
reveló. La imagen es tan universal y hermosa que no se puede agotar en un par
de conferencias.
a. Ahora les recuerdo que María
es la colaboradora permanente del Señor en la economía de la salvación.
¿Qué significa colaboradora permanente? Ella ayudó a Cristo en la encarnación,
cuando era niño y bajo la cruz. Su ser, con todas sus fibras, indica siempre
hacia Cristo, hacia la entrega a Cristo y a su obra. Quien se entrega a María
cae en una cascada de Cristo. ¿Pueden imaginarse una catarata? Si yo quiero al
papá y a la mamá entro también en el orden sobrenatural. No hay nada que nos
lleve tan rápidamente a Dios como la entrega a María. Es caer en un remolino,
en un remolino de Cristo, del Padre, de la santísima Trinidad. Primero tengo
que amar a María y entonces recibiré también la comprensión para captar la
proposición de solución que Ella me ofrece.
b. Quisiera nombrarles un
segundo punto. María es la gran aplastadora de la serpiente. ¿Qué
significa ello? ¿Quién debe aplastar la cabeza del demonio? La Virgen María, es
la misión de María.
c. Ella es la educadora del
pueblo. ¿De qué nos sirven los grandes congresos convocados en la tierra,
si no se ejecuta un trabajo acucioso y concreto en la educación? Entonces sólo
con grandes movimientos de masas, sin sentido. ¿A quién pensó Dios como la gran
educadora? A la santísima Virgen. ¡He ahí a tu Madre! Ser madre significa ser
educadora, no sólo concebir y dar a luz. Allí donde se levantan santuarios de
Schoenstatt, María está actuando como la gran educadora.
d. ¿Cómo es, entonces, la
imagen de María? Ella es la corredentora y la medianera de todas las gracias.
Está entre Dios y nosotros. Está de nuestra parte y también de parte de Dios.
Quisiera desarrollar un poco este punto de vista.
El propósito perseguido es siempre la solución de
nuestros problemas. Quiero demostrarles hasta qué punto la santísima Virgen
está de nuestra parte.
Ella es garante y la representante de lo auténticamente
humano. Allí encontramos situaciones en las que Jesús se da con una
inaccesibilidad divina. Cristo, Hombre-Dios trata a su Madre con una
inaccesibilidad divina, no humana. Y la santísima Virgen es tan humana, como
cualquier mujer noble. Por eso es la representante de lo humano. Ella es
también la mujer que ha probado todas nuestras aflicciones. Ella es la garante
porque tiene voz y voto en el consejo de la santísima Trinidad —humanamente
dicho— para que el buen Dios sea "algo más humano" en el gobierno del
mundo. Espero que comprendan bien lo que estoy diciendo. Es mejor si tomamos un
solo pensamiento: María es la garante y la representante de lo auténticamente
humano:
a. en su desarrollo espiritual
b. en nuestro desconcierto
espiritual. Las incomprensiones, los enigmas que trae la vida afligieron a la
santísima Virgen con igual intensidad que a nosotros.”
Padre José Kentenich
María en la educación al servicio de
otros
Muito obrigada
ResponderEliminarEspectacular, sr Nuñp. Me encantó lo de coredentora. Gracias mil
ResponderEliminarMuchas gracias Paco por el recuerdo tan oportuno.
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