viernes, 14 de noviembre de 2025

Desvelar el misterio de la santísima Virgen

El administrador de este ‘Blog del Padre’ se esfuerza, con la publicación de los textos del Padre Kentenich, en dar a conocer la figura de nuestro Fundador, su pensamiento, su vida y misión. Esto no impide su aceptación y conformidad personal con la doctrina de la Iglesia.

En su alocución del 9 de noviembre desde el balcón del Vaticano el Papa León dijo entre otras cosas lo siguiente:

"Como el Evangelio nos recuerda en el episodio de la purificación realizada por Jesús en el templo de Jerusalén, el verdadero santuario de Dios es Cristo muerto y resucitado. Él es el único mediador de la salvación, el único Redentor", proclamó el Papa en la alocución del Angelus en la misma semana que se ha generado un intenso debate sobre el título de "corredentora" para María, que Doctrina de la Fe desaconseja vivamente en su documento Mater populi fidelis.”

Recordé al leerlo lo que nuestro Fundador dijo cuando celebró sus 73 años de vida en Milwaukee. Se puede leer en el libro “Con María hacia el nuevo milenio”. Dice así:

 

 “Quizás la declaración sobre sí mismo más íntima y amplia del padre Kentenich se halle en la siguiente cita breve. Ha sido tomada de una alocución pronunciada en Milwaukee, en el "Santuario del exilio", cuando el padre Kentenich celebraba sus 73 años de vida. Considerando las circunstancias penosas ligadas a su nacimiento, estas palabras arrojan tanto más luz sobre su convicción, madurada en la fe y a lo largo de los años, de haber sido llamado desde el seno materno para anunciar al mundo el "misterio de María".

El texto se halla en "Mit María ins neue Jahrtausend. Ausgewählte Texte zur Sendung der Gottesmutter" (Con María hacia el nuevo milenio. Textos escogidas sobre la misión de la santísima Virgen) (editado por G. Boll y otros) Vallendar - Schoenstatt, 2000, pp. 153- 154).

En las últimas semanas hemos escuchado en varias oportunidades las palabras que Dios le dirigiera al profeta Isaías: "Antes de formarte en el vientre te elegí, y te llamé por tu nombre: mío eres tú". Palabras que se adecuan perfectamente a este día, a esta celebración que hoy nos reúne en el santuario. ¿Qué significa: "Te llamé por tu nombre: mío eres tú"? En primer lugar, que Dios me llamó a la vida. Creemos que Dios hoy, hace 73 años, habló así. Dijo: te saqué de la nada y te di la vida. Hace 73 años me llamó por mi nombre y me dijo: mío eres tú. Me dijo: mío eres tú con tu originalidad y tu misión original…

Si le preguntásemos a san Pablo cuál fue su misión, nos respondería: se me dio la misión de anunciar al mundo el misterio de Cristo, de Cristo el Redentor, el Mediador, la Cabeza del Cuerpo Místico. Espontáneamente preguntamos ahora cuál es la misión que se me encomendara a mí hace 73 años. Teniendo en cuenta lo que dijimos de san Pablo, me permito decir: mi misión fue y es anunciar al mundo el misterio de la santísima Virgen. Mi labor es proclamar a la santísima Virgen, darla a conocer a nuestra época como la colaboradora permanente de Cristo en toda la obra de redención, como la corredentora y mediadora de las gracias; la santísima Virgen, en profunda biunidad con Cristo y con la misión específica que ella, desde su santuario, tiene para nuestro tiempo.” Hasta aquí las palabras de nuestro Padre Fundador.

 Kentenich Reader, Tomo 1, pág. 81

 


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