viernes, 19 de mayo de 2023

EL ACTO CONYUGAL Y LA DIGNIDAD PERSONAL

El acto conyugal, expresión de la dignidad personal

Imágenes del Dios Trino

Según la Sagrada Escritura, todos somos imágenes de Dios y justamente de un Dios Trino. He aquí el gran misterio: tres personas y un solo Dios. Y la característica de estas tres personas consiste en la mutua apertura, en estar abiertos los unos a los otros. El Padre se conoce a sí mismo. Y en este conocimiento tenemos al Hijo. Padre e Hijo se funden en un tierno beso de amor. Y en este beso tenemos al Espíritu Santo. El Dios Trino se nos revela, en su esencia, como una comunidad.

Personalidades firmes y abiertas al tú

Ser imágenes del Dios Trino no sólo nos exige ser personalidades firmes, sino también estar abiertos al tú. El sentido de lo comunitario, la apertura a la comunidad, es asimismo parte de la esencia del ser humano. La imagen más perfecta del Dios Trino son en realidad los esposos y concretamente los esposos en el momento del acto conyugal. En él continúan siendo dos personas distintas, pero tan estrecha y fuertemente unidas que la Sagrada Escritura dice que son una sola carne. Pero son dos personas; por lo tanto en la vivencia de todo lo que está permitido en el matrimonio no debemos descuidar la dignidad personal.

El niño, fruto de la mutua donación

Avancemos un poco más. Somos imágenes del Dios Trino. Si consumamos el matrimonio en armonía con su auténtico sentido, es esperable entonces la llegada de un hijo como fruto de esa mutua donación. Por eso subrayábamos arriba la palabra trino. El hombre y la mujer que en calidad de padre y madre traen al hijo al mundo conforman una «triunidad».

J. Kentenich, 30.01.1961, Lunes por la tarde, Tomo 20 

1 comentario:

  1. Muchas Gracias!!! Lindo mirar nuestra bi unidad conjugal a semejanza de la Trindade Divina!

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