miércoles, 30 de octubre de 2013

¡Tua res agitur! ¡Clarificate!


Tua res agitur! Desde un principio la misión de Schoenstatt, como también la gran misión del 31 de Mayo, ha sido poner a la Madre de Dios en primer plano a fin de que pueda cumplir su misión en la historia contemporánea.
"Madre de Dios, se trata de tu causa", no buscamos nada para nosotros. Ponemos a tu disposición toda nuestra vida, también en las dificultades y en los peligros más grandes, en medio de los más fuertes golpes del destino; en realidad todo ha de servir a tu misión… Clarificate! Glorificando a Schoenstatt, Tú misma debes glorificarte. Mater perfectam habebit curam et victoriam!

Nuestra esperanza fue: la Madre de Dios nos conducirá a través de luz y oscuridad… No tendremos paz, hasta que la misión esté cumplida plenamente… Es cierto que ahora podemos actuar libremente. Pero aún falta mucho para que la misión de Schoenstatt esté totalmente realizada. Pasará cierto tiempo hasta que la Familia pueda emprender la marcha triunfal por todo el mundo tal como pensamos que la divina Providencia la ha previsto para nosotros.

Schoenstatt quisiera llegar a ser el corazón de la Iglesia; parece que así está en el plan de Dios. Es un pensamiento de mucho contenido: ¡El corazón de la Iglesia! ¿Qué es y qué significa ’el corazón de la Iglesia’? El corazón del hombre es el amor.
Nuestra misión consiste en entregar todo, trabajar en la obra común, pender de la cruz comunitaria, preparar una marcha triunfal común en el sentido y en el espíritu del concilio. Nuestra misión consiste en que nos consumamos para que Schoenstatt sea el corazón de la Iglesia, para que la Iglesia sea una Iglesia sellada por el amor, para que el espíritu del amor una y vincule a todos los miembros de la Iglesia. Podríamos expresarlo de otra manera: que se realice la triple finalidad a la que aspiramos desde un comienzo:

1) El hombre nuevo en la comunidad nueva con un sello apostólico universal. El ’hombre nuevo’ es el hombre espiritualizado, animado por el amor ’en una comunidad nueva’, es decir, en una comunidad espiritualizada y animada por el amor. En realidad, el concepto de hombre nuevo está presentado con dos matices diferentes; el primero recién lo hemos esbozado; el segundo es el que tratan de encarnar nuestros Institutos Seculares: Es el hombre sin votos, pero perfecto en una comunidad sin votos, pero perfecta.

2) La segunda gran finalidad: la restauración y realización plena de la misión salvífica de Occidente.

3) Por último: estructuración y formación de la confederación apostólica universal. Apenas intuimos la grandeza de estas finalidades y lo que el buen Dios nos exige para alcanzarlas.

Ante nosotros está un mundo nuevo, una nueva creación. Esto nos exige concretamente: vinculación mutua, fusión de corazones, fusión del corazón de la Familia con el corazón de la Santísima Virgen y con el Dios Trino, para que la Familia no se equivoque de camino y no pierda la meta: la de llegar a ser corazón de la Iglesia…
Tua res agitur ¡clarifica te! Esto se ha verificado al finalizar esta época. Quien escriba la historia de la generación actual debería calificarla con la palabra: clarificavit! ¡Ella se ha glorificado, ha glorificado a la Familia! ¡Nos ha glorificado y así se glorificó a sí misma!

(Extracto de una conferencia dictada el 28 de Mayo de 1966 a miembros del Instituto "Nuestra Señora de Schoenstatt’).

miércoles, 23 de octubre de 2013

Leyes de desarrollo de la vida

Desenvolvimiento según las leyes de desarrollo de la vida


Como ya dije, la lenta maduración de la alianza de amor se realiza según las leyes de desarrollo de la vida que ya hemos visto. ..........

¿Cuáles son éstas leyes de desarrollo? Cuando hablábamos de la esencia del cristianismo, cuando caracterizábamos al cristianismo como la vida divina que mana en Cristo Jesús, cuando nos preguntábamos cuáles son esas leyes de desarrollo, nombramos tres:
- la fuerza inmanente que posee la vida,
- la disposición original, personal del individuo,
- las crisis y las necesidades de la época.
A quien le guste, quien quiera conocer la historia como conoce la de su propia vida ―y así tendría que ser, pues todo hijo de Schoenstatt, todo hijo de la Familia, debería considerar la historia de la Familia como la historia de su propia vida― debe saber que ha habido una fuerza elemental que actuó en la Familia. ¿Cuál fue? Fueron las crisis y las necesidades de la época.
Miren, esa conciencia de la alianza de amor original que hemos sellado se ha adormecido en nuestra Familia. Y ahora es atacada. ¿Por quién? Por parte de la autoridad estatal (se refiere al nacismo). Y ¿qué sucede entonces? Ahora se unen las fuerzas. Siempre es así: quien no conoce las relaciones por propia intuición, quien ―por decirlo así― no lleva el todo en sí mismo, es decir, no lleva la vida divina que fluye en la Familia, quien se siente impotente, quien no sabe cómo actuar, no necesita más que preguntarse ¿qué es lo que ha sido atacado este año? El Señor quiere que nosotros acentuemos lo que es atacado. Todos deberíamos conocer mucho más claramente todas estas cosas, pero sobre todo, aquellos que participan en la dirección de la Familia.

Llegó el nazismo con su marcha triunfal, se ocupó el hogar de Estudios allí arriba. ¿Y qué sucedió entonces? La vida amenazada se replegó volviéndose hacia sus orígenes. La Familia tomó conciencia de cuál había sido su origen: la alianza de amor original con la querida Madre de Dios. ¿Cuál fue el efecto? En lugar de capitular, nuestros sacerdotes de aquel entonces, los sacerdotes de la generación media, iniciaron una gran corriente de consagración. Por favor, no crean que ésta haya sido una táctica humana, no ha sido genialidad humana, fue el Espíritu de Dios quien nos impulsó hacia lo alto. Y nuestras Hermanas que ya participaban de la corriente de consagración desde 1927, inspiradas por el Espíritu Santo mediante un curso de ejercicios espirituales, acentuaron la alianza de amor hasta la consagración de "Mancipata" de José Engling.
Es hermosísimo, de pronto irrumpe algo y fluye hasta que la corriente alcanza su cumbre. Primero, en 1939, la Familia total hizo su poder en blanco. Mientras tanto algunos cursos de Hermanas hicieron la inscriptio. Así se fue imponiendo lentamente la idea de la inscriptio, y uno de los medios más excelentes para que esta fuerza se viera impulsada hacia lo alto fue el 20 de Enero de 1942.

Me parece que con esto les he puesto la llave en las manos. Que la Madre de Dios nos ayude a comprender esta llave y a aplicarla.

(Tomado de una Conferencia de octubre de 1950 - Ver Manuscrito "Jornada de octubre 1950", Instituto Secular de Schoenstatt Hermanas de María, Nuevo Schoenstatt, Argentina)

viernes, 18 de octubre de 2013

Al inicio del jubileo del 2014


(En 1939 la Familia de Schoenstatt celebró los 25 años de vida. Durante ese tiempo Schoenstatt se desarrolló tanto en profundidad como en amplitud: la semilla había caído en tierra fecunda. 25 años testimoniaban que la Santísima Virgen se había establecido verdaderamente en el terruño de Schoenstatt y que desde allí, había obrado milagros de gracia. A partir del pequeño grupo de estudiantes surgió un Movimiento que abarcaba a laicos: hombres y mujeres de todos los estados; un Instituto Secular de Hermanas de María; un fuerte movimiento de teólogos y sacerdotes. Nuevas casas de formación se erguían en torno al santuario. Schoenstatt se había expandido más allá de los límites de Alemania, hacia otros países de Europa, África y América.
Hoy cuando iniciamos el año jubilar de los cien años de la fundación, nuestra Familia cuenta con seis Institutos seculares y muchas ramas del Movimiento presentes en todos los continentes, bajo la sombra de doscientos Santuarios de Schoenstatt en todo el mundo.

Lo que nuestro Padre Fundador escribiera para el 25 aniversario del 18 de octubre de 1914, sigue teniendo su validez y actualidad en el día de hoy, 18 de octubre de 2013, día en que comenzamos el año jubilar del 2014. Por eso publicamos en esta fecha tan destacada una parte de este escrito, que en la Familia de Schoenstatt se conoce como la SEGUNDA ACTA DE FUNDACIÓN.)
 

Introducción

1. En los mismos momentos que nos hemos alejado del bullicio del día y de la intranquilidad y nerviosismo de los tiempos actuales, para una celebración íntima, estamos espiritualmente unidos con toda la Familia en nuestro pequeño santuario. Sacerdotes, religiosos y laicos, adultos, jóvenes y niños, mujeres y hombres, niñas y jóvenes se encuentran en múltiple variedad en torno a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Del país y del extranjero, de la tierra y de la eternidad, todos se han reunido aquí. Con cordial agradecimiento, profundo afecto y ardiente expectación se dirigen a su rincón predilecto. Estamos en medio de ellos.

2. Nuestros pensamientos y nuestros sentimientos vuelan nuevamente hacia el pasado. Viejos recuerdos de acontecimientos y vivencias colmadas de gracias se despiertan en nosotros. ¡Cómo quisiéramos que ellos nos mostraran las futuras tareas de nuestra Familia! Todos nos damos cuenta de que estamos ante una catástrofe mundial y ante un cambio radical de los tiempos, y una y otra vez se nos plantea nuevamente la pregunta: ¿será éste el tiempo para el cual la divina Providencia ha forjado el arca de nuestra Familia? ¿O deberá crecer y volverse más devastador aún el diluvio? Así se encuentran en nuestros corazones el pasado, el presente y el futuro; intenso agradecimiento, secreto anhelo y alegre esperanza.

3. Y mientras más nos compenetramos de este ambiente, con santo recogimiento y serenidad, todo lo que nos rodea, con mayor fuerza, nos habla, nos indica, nos anuncia algo: la imagen y el altar, los bancos, las ventanas, las piedras y la lápida recordatoria, condecoraciones, tumba de los héroes, plaza e Iglesia de peregrinos, antigua y nueva Casa de Ejercicios, el Seminario Mayor y el Hogar de Peregrinos, todo nos habla de las maravillas que ha obrado desde acá la gracia divina y la omnipotencia suplicante de la Santísima Virgen, durante estos 25 años, en toda la Familia, en nosotros y en Círculos más amplios.

4. Pero todo también nos hace esperar, sin embargo, aun mayores misericordias divinas en el futuro, bajo la condición que sepamos ser testigos, intérpretes, e imitadores de la sabiduría divina que se manifiesta en el acontecer del mundo.

Mirada al pasado

5. Una mirada escudriñadora a través de los 25 años transcurridos nos hace repetir con profunda devoción las palabras del salmista: “¡Alabaré eternamente las misericordias del Señor!” (Sal 88). Todo lo grande y valioso que hemos recibido durante este tiempo, en este santo lugar, está íntimamente ligado con la Madre, Señora y Reina de Schoenstatt. Simplemente Ella es el don que la sabiduría, bondad y omnipotencia divina ha querido regalar, de un modo especial, el 18 de Octubre de 1914 a nuestra Familia y, por su intermedio, nuevamente al mundo entero.

6. Lo que se ha realizado desde acá es obra suya.

7. Es Ella la que por su intercesión ha encendido en nuestras filas esfuerzo heroico por la santidad y vida heroica de santidad.

8. A Ella le debemos una fina sensibilidad para la pureza y virginidad, un sentido especial para desarrollar una paternidad o maternidad noble y creadora, y el impulso hacia un profundo amor a Dios y a los hombres.

9. Ella nos hizo el don de la estructura monumental de nuestro sistema ascético y pedagógico que se adecua con fina sensibilidad al carácter propio querido por Dios, del individuo y de la comunidad. Ella es la que nos ha hecho hallar nuestro ideal personal y nuestro ideal de comunidad.

10. Ella ha creado las distintas ramas de nuestra Familia, según las exigencias del tiempo, y por su intercesión les ha alcanzado y conservado vocaciones numerosas y capaces.

11. Ella ha cuidado que encontrásemos el valor de tender siempre de nuevo las manos hacia las estrellas, a pesar de nuestras continuas faltas.

12. Todas las casas que pudimos construir y adquirir en el país y en el extranjero le pertenecen a Ella.

13. Ella cuidó que todos los problemas de la época los comprendiéramos como tareas de los tiempos y, como tales, los acometiéramos con valentía.

14. Ella nos hizo ver la gran ley de construcción de nuestra Familia, según la cual nosotros, como hijos de la guerra, sólo podremos crecer y prosperar en la lucha y en las persecuciones.

15. A Ella le debemos la inmensa gracia de que aquellos peñascos destinados exterminamos, llegaran a ser los poderosos peldaños que nos llevaron de modo seguro a Dios, y que nos introdujeron en el mundo de nuestra misión y de nuestra tarea.

16. Sin Ella no hubiésemos podido conservar un sano equilibrio y la mirada serena ante las profundas divergencias existentes en el campo católico y no hubiésemos podido seguir así con tranquilidad y firmeza nuestro camino.

17. Ella nos educó y nos formó como Familia e individualmente, tal cual somos hoy; Ella nos conquistó y aseguró el puesto que hoy ocupamos en la Iglesia.

18. De este modo se han verificado las palabras de Vicente Pallotti: Ella es la gran misionera. Ella ha obrado milagros. Verdaderamente ha demostrado ser la Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt: admirablemente poderosa, admirablemente bondadosa y admirablemente fiel: Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre los redimidos. Lo que se pidió y esperó en el Acta de Fundación se ha realizado exactamente: la Santísima Virgen ha establecido aquí su trono de gracias de modo especial, y desde acá ha manifestado en muchas formas su gloria al mundo entero. En virtud del derecho de conquista ha llegado a ser nuestra Reina y Madre.

 

miércoles, 16 de octubre de 2013

El Acta de Fundación fundamento de la alianza de amor


Fundamentación en el Acta de Fundación

En tercer lugar, ―como les dije― ustedes hallarán esta alianza de amor en su plenitud, en el Acta de Fundación. Quizás aún no se hayan dado cuenta totalmente de esto. Por favor, vuelvan a leer esta parte. Dicho al margen, el segundo Acta de Fundación se puede leer del librito: "Las glorias de María". Allí encontrarán hacia el final esa expresión clásica: "¡Ego perfecte diligentes me perfecte diligo!" Yo amo perfectamente a los que me aman perfectamente. No se preocupen por la realización de sus deseos.
Esta es la expresión más precisa de la alianza. "No os preocupéis. ¡Amo a los que me aman!" ¿Qué quiere decir esto? Y continúa con una clara explicación: "Pruébenme primero que me aman, entonces les demostraré que yo los amo". Y ¿cómo debemos demostrar que amamos a la Madre de Dios? Sigan leyendo el texto: hemos de acelerar al máximo nuestra autoeducación. ¿Qué es esto? ¡Una alianza de amor perfecta!

La Familia total necesitó exactamente treinta años hasta que comprendió lo que estaba contenido aquí en estado germinal. Ustedes sólo necesitan aplicarle a nuestra Familia los grandes principios de la vida divina. Es algo extraordinariamente hermoso. Quien conoce la historia de la Familia, conoce la historia de la Iglesia. ¿Cuál es la fuerza generadora de la historia de la Iglesia? ¡Son las fuerzas divinas! En nuestro caso, esas fuerzas divinas han actuado de un modo original. Debemos cultivar esta forma de estudio, entonces comprenderemos nuestra gran obra en su dimensión ilimitada.

(Tomado de una Conferencia del 20 de octubre de 1950 - Ver Manuscrito "Jornada de octubre 1950", Instituto Secular de Schoenstatt Hermanas de María, Nuevo Schoenstatt, Argentina) 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Arraigados en el pasado de la Iglesia


Arraigamiento en el pasado de la Iglesia

En segundo lugar dije: una alianza de amor que, en cuanto a su importancia ―no quiero decir en cuanto a su originalidad― se arraiga como todo lo nuestro, en el pasado de la Iglesia que es un pasado comprobado.
Esta es otra prueba del carácter divino de esa especie de instinto que nos orientó, o sea, lo que nosotros queremos no es algo absolutamente nuevo; solamente puede ser nuevo en la medida en que lo es todo redescubrimiento; puede ser nuevo el fervor con que nosotros remarcamos lo antiguo, pueden ser nuevos también, el modo y la manera de acentuarlo. Dios no se contradice; por lo tanto, es una prueba de lo divino. Si existe una corriente que puede apelar al pasado de la Iglesia, somos nosotros. ¿En dónde se arraiga la esencia de la alianza de amor? En el pasado de la Iglesia. En aquel entonces cuando sellamos la alianza reconocimos tres elementos de ese pasado en el que se arraiga esa alianza.

1. Congregación mariana
La tradición de las Congregaciones Marianas. Desde un principio las Congregaciones Marianas consideraron la consagración como una alianza de amor mutua, incluso hasta emplearon la expresión "contractus bilateralis". O sea, la alianza de amor se arraiga en el pasado. Miren, de esta raíz ha ido creciendo todo. En su momento, hemos reflexionado en qué se manifiesta la fuerza creadora del Espíritu Santo en la Familia. Aceptamos todo lo valioso del pasado, pero lo transformamos de un modo creador. Todo es original. Todo lo que se ha ido haciendo ha consistido en trasformaciones creadoras. Lo ha hecho el Espíritu creador; deben ser conscientes de ello; lo ha hecho Dios. Es cierto que hubo pequeñas personas que extendieron las manos; es verdad. Pero lo principal ha sido la fuerza divina creadora, ha sido el Espíritu de Dios.

2. La devoción mariana de Grignion de Montfort
Luego comenzó a tener influencia el tipo de devoción mariana de Grignion que no había influido en los comienzos y que consiste en una alianza de amor; en una alianza de amor perfecta. Posteriormente, la Familia tomó de ella su fuerza creadora y la transformó creadoramente ―como lo explicaré enseguida― en lo que está plenamente contenido en el Acta de Fundación y que paulatinamente ha ido madurando hasta llegar a ser lo que nosotros llamamos inscriptio. Ahora podría demostrarles exactísimamente que lo único que hicimos nosotros, que somos personas pequeñas, fue tantear para descubrir qué era lo que Dios quería, y lo que había obrado el Espíritu de Dios. En esta forma sencilla de intentar descubrir los deseos de Dios observando su obra en las almas radica la genialidad de la ingenuidad. Ustedes deben estudiar esto alguna vez; sobre todo los dirigentes. Si esto no es así, si ustedes no ven nada más que una gran fuerza humana, una fuerza humana creadora, ¡quién valorará hoy en día una obra meramente humana! Si Dios no está detrás de una obra humana, ésta se apoya en pies de barro. Miren, por eso, aquí tienen una segunda fuente que fue reconocida posteriormente por la misma Iglesia.

3. La devoción mariana de Vicente Pallotti
Y la tercera fuente que comenzó a manar más tarde, fue Vicente Pallotti con su especie de alianza de amor con la querida Madre de Dios.

O sea, en primer lugar, lo que nosotros queremos lograr con la alianza de amor está esencialmente arraigado en el pasado. La causa de la originalidad de esta alianza es el Espíritu Creador, el Espíritu de Dios que nos sugirió esa modalidad original.

(Tomado de una Conferencia del 20 de octubre de 1950 - Ver Manuscrito "Jornada de octubre 1950", Instituto secular de Schoenstatt Hermanas de María, Nuevo Schoenstatt, Argentina)

miércoles, 2 de octubre de 2013

La "llave" de la historia de Schoenstatt


La “llave” de la historia es la alianza de amor
Por favor, escúchenlo una vez más: ustedes no deben considerar la historia pasada, la gran época de la Familia como un cuentito especialmente querido: "Había una vez…" y que luego se olvida. …….. Por eso, quien quiera conocer a la Familia, tiene que profundizar con amor en esa historia ………

A fin de que podamos observar rápidamente esta historia, a fin de poder comprender más o menos lo que se quiere decir, creo que, de acuerdo a nuestra forma habitual de pensar, primero tenemos que tratar de encontrar la llave. Si tenemos en nuestras manos la llave que abre la puerta, conseguiremos dar alguno que otro vistazo aunque se produzca algún desacierto.
¿Cómo se llama la llave? Todos nosotros la conocemos muy bien. Sólo quiero que volvamos a recordarla:

La alianza de amor original, o sencillamente la conocida alianza de amor con la Madre de Dios,
- que, esencialmente, se arraiga en el pasado, en una historia comprobada,
- cuya perfección más clásica se fundamenta en el Acta de Fundación;
- pero que, según las conocidas leyes del desarrollo de la vida divina, ha ido madurando con el tiempo.

Les pido que vayan considerando frase por frase, palabra por palabra. Ya que estoy hablando con entendidos, puedo y debo conformarme ―al igual que ustedes― con un par de aclaraciones.
Originalidad

Es una alianza de amor original.
Les pido que tomen conciencia de esta originalidad. La Madre de Dios ha sellado una alianza de amor con Schoenstatt y con los hijos de Schoenstatt. Esto significa que por amor, Ella está dispuesta ―o si ustedes quieren: Ella se ha comprometido en virtud de la alianza de amor, pero se ha comprometido por amor― a establecerse aquí, y desde aquí poner en marcha un gran movimiento de renovación y de educación, de dimensiones mundiales, y para esto quiere utilizarnos a nosotros como pequeños instrumentos. Y nosotros, ¿qué hacemos? Nos comprometemos a abrirnos a Ella, a darle nuestro sí; nos comprometemos a ofrecerle aquí nuestros pobres esfuerzos de autoeducación a Ella, a la querida Madre de Dios, a la gran educadora para que Ella, en respuesta, acepte con mayor amor y fidelidad, este triple deber y lo cumpla hasta el fin de los tiempos. ¡Una alianza de amor original!

(Tomado de una Conferencia del 20 de octubre de 1950 - Ver Manuscrito "Jornada de octubre 1950", Instituto secular de Schoenstatt Hermanas de María, Nuevo Schoenstatt, Argentina)