Estamos
acostumbrados a comprender nuestro santuario como el lugar en que la Santísima
Virgen realiza para nuestro tiempo lo mismo que hizo cuando estaba aún sobre la
tierra, en los distintos lugares en los que estuvo y actuó. ¿Dónde estuvo María
durante su vida en la tierra, dónde actuó? Sólo es preciso que mencionemos uno
u otro de los lugares: pensamos, por ejemplo, en Nazaret, pensamos en Belén,
pensamos en el Gólgota, pensamos en el Cenáculo, el recinto de la última cena.
La Familia
de Schoenstatt tiene un "Oficio" (Liturgia de las horas) propio: lo
llama "Oficio de Schoenstatt". En él están representadas todas las
horas canónicas de oración. Cada tres horas se dispone de una oración que nos
transporta a uno de los lugares históricos en los que María actuó cuando estaba
aún en la tierra. Así, las horas dicen, una y otra vez: Tu santuario es nuestro
Nazaret, es nuestro Belén, es nuestro Gólgota, es nuestro Cenáculo. Con ello se
quiere decir a María: Virgen Santísima, lo que realizaste antes, en Nazaret, en
Belén, en el Gólgota, en el Cenáculo, quieres realizarlo hoy para el tiempo
actual desde este lugar. …………………….
De esta
peculiar manera se completa cada vez más nuestra imagen de María. ¿Cómo vemos a
la Santísima Virgen aquí, en nuestro santuario? Del mismo modo como la
representa y pinta la Sagrada Escritura.
El Niño en
sus brazos. ¿Qué nos recuerda la imagen del Niño en sus brazos? Nos recuerda
Belén. "Tu santuario es nuestro Belén". Reflexionamos y recordamos
que, en virtud de la alianza de amor, María nos regala sus dones. Intercambio
de dones: así hemos denominado la alianza de amor. ¿Qué nos regala ella,
entonces, aquí, en este santuario? Nos regala al Niño que lleva en sus brazos.
¡Y cuán a menudo nos lo ha regalado! ¡Cuán a menudo nos lo ha regalado en la
sagrada comunión! ¿Cuántas veces nos ha regalado al Niño? Tantas cuantas hemos
descubierto en nuestros semejantes el rostro de Cristo.
Continuemos.
¿Cómo es la imagen de María? Nuestra imagen de María se yergue ante nosotros
con el Ave del ángel en el oído. Nuevamente, un lugar histórico: Nazaret. Allí,
el ángel dice: ¡Alégrate! Ave, gratia plena! (¡Alégrate, llena de
gracia!) ¿Y qué hace María aquí, en nuestro santuario? Ella nos pone ese Ave en
los labios. ¡Cuán a menudo hemos saludado a María del mismo modo como la saludó
el ángel!
Después,
vemos a la Santísima Virgen con el Magníficat en los labios. ¿Dónde cantó ella
el Magníficat? En casa de Zacarías. ¡Con cuánta frecuencia nos ha colocado ella
aquí el Magníficat en los labios, de tal modo que no nos hemos cansado de
cantarlo!
Continuemos.
¿Cómo se muestra la Santísima Virgen ante nosotros aquí? Con la espada de siete
filos en el corazón. Tu santuario es nuestro Gólgota. ¡Cuántas veces nos ha
clavado María, desde este lugar, la espada en nuestro propio corazón, a fin de
que tengamos verdadera alegría en el sacrificio, verdadero amor al sufrimiento!
Pero con
ello todavía no hemos delineado suficientemente la imagen de María: también
vemos ante nosotros a la bendita entre las mujeres con las lenguas de fuego
sobre la cabeza. …… De ese modo, nuestro santuario hoy es nuestro cenáculo.
(Texto tomado de: "Plática para matrimonios" Milwaukee, Estados Unidos, 20 de Junio de 1956 - Publicado en "Mit Maria ins neue Jahrtausend", Schoenstatt-Verlag 2000 - Ver: "La actualidad de María").
(Texto tomado de: "Plática para matrimonios" Milwaukee, Estados Unidos, 20 de Junio de 1956 - Publicado en "Mit Maria ins neue Jahrtausend", Schoenstatt-Verlag 2000 - Ver: "La actualidad de María").
No hay comentarios:
Publicar un comentario