Les pido que
recuerden por qué nos interesaba que nos fuera revelada la imagen de María.
Respuesta: porque Ella es nuestra aliada. Miren, contraer una alianza, quiere
decir, hacer un intercambio de bienes. ¿Qué significa todo esto?
En virtud de
esa alianza que sella con nosotros, la Santísima Virgen nos regala su misión,
su tarea. Nos la regala nuevamente. En segundo lugar quisiera cumplir su misión
a través de nosotros, sus instrumentos. Me parece que aquí deberíamos
detenernos un poco más.
Ustedes
saben que la idea de participar en la misión de la Santísima Virgen, no debería
resonar extraña ..…... De una u otra forma, todos deben transformarse en
colaboradores permanentes del Señor y también en compañeros permanentes. En
realidad, éste es el sentido profundo del "character indelebilis",
del carácter indeleble que nos imprimen los sacramentos del bautismo y de la
confirmación. Por ellos somos incorporados en la misión del Hombre-Dios; por
ellos nos convertimos en compañeros y colaboradores del Redentor. Naturalmente,
nuestra participación en el ser y en la misión redentora de Cristo se halla a
un nivel ilimitadamente inferior al de la Santísima Virgen, ya tan sólo porque,
en su carácter de colaboradora y compañera permanente, fue (condicionalmente)
necesaria para la redención objetiva. En nuestro caso, la colaboración, la
participación en la misión del Señor es útil y necesaria para la redención
subjetiva. Pero de todas maneras, nosotros también debemos ser colaboradores y
compañeros permanentes del Señor. Por la alianza con la Santísima Virgen esta
misión nos es puesta nuevamente sobre los hombros; más aún, por la alianza,
Ella nos incluye conscientemente en su misión y nosotros nos dejamos incluir
conscientemente en ella. Por eso es una misión marcadamente mariana. Ella nos
envía, Ella nos regala una parte de su misión. En el fondo se trata de dos
preguntas:
¿Puedo decir
también, refiriéndome a mí mismo, que Dios me ha regalado una gran misión en
Cristo y a través de la Santísima Virgen?
¿Tengo que
aprender a decirme a mí mismo: "he elegido la mejor parte, he dicho mi sí
a esta misión" y educarme para poder decirlo con sinceridad y plenamente
consciente de ello?
Al
contemplar a toda la Familia de Schoenstatt deben decirse que ésta fue su gran
misión desde el principio; siempre se consideró a sí misma como instrumento en
manos de María y creyó que la Santísima Virgen quiere cumplir su gran misión en
el tiempo actual a través de nosotros y de una forma especial mediante nuestra
Familia.
Pero les
pido que no se olviden de que si la Santísima Virgen ocupa un puesto tan alto
es por su carácter de modelo………...
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