Dios conoce
también otra ley: sabe cómo se gana y vincula de la forma más rápida y
segura ese amor. La respuesta: ¡véanla en su propia vida! Reoriéntense un poco
dedicándose no sólo a leer libros sino, en una época en que todo tambalea,
observando la vida en su inmediatez y mirando desde allí hacia el interior de
la misma con mirada clara.
Posibilitando que el hombre se vea, se crea y se
sienta amado
¿Cómo se
despierta y vincula de la forma más rápida y segura el instinto de amor? ¿Me
darán la razón si les digo: haciendo que el hombre se vea amado, se crea amado
y se sienta amado?
Aquí tienen
un descubrimiento de gran importancia. ¡Observen la vida! ¡Contémplense a sí
mismos! ¿No es acaso así que, cuando se ven, se creen y sobre todo, se sienten
amados por una persona, ella puede hacer de todo con ustedes? Se ha despertado
el instinto de amor, y eso es mucho más valioso que si estuviesen frente al ser
humano con el látigo en la mano y dijesen: «¡según el párrafo tal y tal, las
cosas han de ser de esta manera!». Así podrán mantener a raya al ser humano
pero no arrastrarlo hacia lo alto. La justicia también es necesaria, por cierto,
pero aquí se trata de cómo puedo arrastrar al ser humano hacia lo alto, de cómo
puedo conquistar la fuerza fundamental del ser humano.
Ahí tienen
al gran maestro de la pedagogía. Él conoce las fuerzas fundamentales y también
la ley según la cual esas fuerzas pueden entrar en acción y ser movilizadas.
Escuchen lo que decían los antiguos romanos: si vis amari, ama! (¡Si
quieres ser amado, ama!). Verifiquen qué significa esto. ¿No es acaso lo
mismo que decía Don Bosco?: si quieren que sus educandos sean obedientes y
cumplan todas las otras virtudes morales, deben procurar ser amados por ellos.
Y serán amados cuando ustedes los amen. Ellos deben sentir ese amor. Si vis
amari, ama! Ahí tienen la gran ley fundamental que nos explica todo el
mundo, la economía entera del amor. …………
Conciencia de autoestima
Permítanme
recordarles que, en una era de la máquina, en un tiempo del mecanismo, en el
cual cada ser humano es denigrado y reducido con demasiada facilidad a la pieza
de una máquina, en un tiempo semejante, difícilmente podrán dar algo mejor al
ser humano que una aplicación clara de esta ley. El hombre de hoy debe adquirir
nuevamente conciencia de autoestima. ¿Y cómo habrá de adquirirla? Debe sentirse
amado. Quien se siente amado se siente apreciado y crece en él una sana
conciencia de autoestima. Y puedo decirles que, allí donde esta conciencia está
en desarrollo, el terreno está preparado para la superación de las más grandes
dificultades psicológicas, tentaciones y pecados. Por eso: a un ser humano que
haya caído grave y profundamente, demuéstrenle que lo quieren. ¡Pero no sólo
mediante declaraciones de amor sino también mediante hechos! Eso tiene más
efecto que muchas pláticas. Mucho depende de eso. ¡Todo! Así es: Dios también
quiere llevarnos a la unión de amor consigo mediante ostensibles pruebas de
amor.
(Tomado de "Las fuentes de la Alegría", P. José Kentenich, Editorial Patris, Págs. 312-314)
(Tomado de "Las fuentes de la Alegría", P. José Kentenich, Editorial Patris, Págs. 312-314)
No hay comentarios:
Publicar un comentario