• Dios hace
todo por amor, todo mediante el amor y todo para el amor
¿Por qué ha
hecho Dios todo? Aplíquenlo enseguida al más insignificante trabajo del día:
todo por amor, todo mediante el amor, todo para el amor. ¿Qué se sigue de ello
para la dimensión humana de la ley fundamental del mundo? ¿Qué se sigue para
mí, para la educación de mí mismo y de los demás? Lo mismo: todo por amor, todo
mediante el amor, todo para el amor.
¡Vean este
misterioso y maravilloso ciclo cerrado, el torrente del amor que corre y
fluye más y más por el cielo, por los hombres y por el mundo! Casi querría
hacer referencia al agua que, una vez que ha corrido hasta el mar, se evapora,
asciende a las nubes y cae nuevamente a la tierra como lluvia. He ahí el grande
y formidable torrente de agua que atraviesa el mundo. Así podemos hablar
también de un formidable torrente de vida y de amor que une y mantiene siempre
unidos a Dios, a los hombres y el mundo.
Así vemos el
«por amor», la dimensión divina. ……… La dimensión divina. ¿Qué tenemos
aquí? ¿Cuál es la ley fundamental del mundo? Respuesta: es el amor de Dios.
¿Quieren colocar de inmediato esta idea en un contexto mayor? Antes que nada,
quisiera utilizar para el amor de Dios otra expresión más fácilmente
comprensible diciéndoles que es la voluntad de donación de Dios, la
voluntad de comunicación de Dios. ¿Saben lo que quiero decir con esto? Con toda
intención evito decir instinto de donación, instinto de comunicación. En este
caso resuena o resonaría demasiado fuerte la dependencia de Dios. No es un
instinto. En Dios, todo es voluntad consciente, un querer claro, independiente,
interior y libre. Por eso, también aquí, el amor de Dios como voluntad de
comunicación, como voluntad de donación. ¿Qué podrán extraer ustedes como
conclusión? …………….
Sostenemos,
pues, lo siguiente: la ley fundamental del mundo es la voluntad de comunicación
de Dios. Querrán ustedes reflexionar tal vez un poco sobre estas palabras
cuando hagan algo de oración sobre todas estas cosas. En efecto, es mejor
someter también a revisión las expresiones que escuchamos y preguntarnos: ¿qué
quiere decir esto? De otro modo, las expresiones se desgastan y ya no tienen
incidencia con su contenido en la vida de nuestra alma. De ese modo
comprenderán también mejor qué es lo que quiero decir con la dimensión divina y
la dimensión humana. Dimensión divina: todo por amor quiere decir todo por la
voluntad de comunicación, por la voluntad de donación; todo por amor, todo para
el amor, todo mediante el amor.
Todo por amor
¿Qué quiere
decir «todo por amor»? Quiero utilizar ahora la expresión «amor» para
que lleguemos más rápido a la meta. La causa motiva efficiens (causa
eficiente) de todo aquello que Dios hace es su amor. Creo que tendré que
decirlo ahora en forma más clara: el motivo principal, la ley fundamental del
mundo, el motivo principal en todo el acontecer del mundo - en la creación del
mundo, en la salvación del mundo, en el gobierno del mundo, y como quiera se
denominen todos los demás aspectos - es el amor de Dios. Esto no inhibe los
motivos secundarios. Hay también motivos secundarios que lo mueven y acompañan:
podemos llamarlos motivos concomitantes. Ellos son su justicia y su
omnipotencia, en lugar de lo cual nosotros decimos: su voluntad de plasmación
creadora y su sentido de justicia. ………
(Tomado del libro "Las Fuentes de la Alegría" P. José Kentenich, Editorial Patris, Santiago/Chile, Págs. 229 y siguientes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario