miércoles, 12 de enero de 2011

El programa pedagógico


Texto del Padre Fundador

Schoenstatt enseñó la superación del hombre masificado. Lo hizo, en primer lugar, como programa, en segundo lugar, en la teoría, y en tercer lugar, en la práctica. ¿Qué significa que enseñó en la práctica cómo superar al hombre masificado? Seguramente han escuchado hablar sobre la así llamada Acta de Prefundación. En ella tienen el programa que hasta ahora fue (y será hasta el fin de los tiempos) norma de nuestra labor educativa.
Primera Pregunta: ¿Cuál es el programa? Reza así: “Bajo la protección de María queremos educarnos a nosotros mismos para llegar a ser personalidades firmes, libres y sacerdotales”. Observen que es un programa de educación de sí mismo que toma como norte el ideal del hombre dotado de una verdadera libertad interior. Es un programa incomparable, grande. Se mantuvo inalterable, más allá de que en una u otra oportunidad se lo formulara con otras palabras. Les reitero lo que ya les dijera: ser autónomos para ser capaces de actuar por nosotros mismos. De ahí que en el programa se diga además que aspiramos a educarnos a nosotros mismos a fin de actuar después en la educación. Educarse a sí mismo significa no entregarse a la masa, sino tomar uno mismo las riendas en la mano.

(Ver: Kentenich READER, Tomo 1, Pág. 37 y 38 – Textos tomados del “Terciado de Brasil”, Tomo II, pág. 222 – 239)

Comentario

Sabemos, porque él lo dijo en alguna ocasión, que el programa enunciado por nuestro Padre Fundador en el Acta de Prefundación fue desde joven “parte esencial de su vida interior”. Con su vida y en su actuar como fundador y educador de muchas comunidades nos muestra el camino para nuestro andar cotidiano: se trata de una marcada orientación sobrenatural “bajo la protección de María” y un esfuerzo continuado por encarnar en nosotros mismos el hombre nuevo, un hombre libre y autónomo. El texto que hoy traemos a la memoria me ha sugerido leer una vez más el “Acta” citada. Fue una conferencia que el Padre Kentenich dio a los alumnos del seminario el domingo 27 de octubre de 1912. Un programa que él mismo dictó y que lo hizo vinculante y obligatorio para todos los educadores y educandos de su Familia - especialmente en sus institutos -, hasta el fin de los tiempos. Podríamos caer en la tentación de pensar que se trata de un documento para la historia y el archivo. Sus palabras, sin embargo, estremecen y muestran la grandeza del profeta. El diagnóstico que hace de aquel tiempo, por ejemplo, se ajusta hasta la última coma a la situación del tiempo en que vivimos cien años después. Los avances en el conocimiento de los medios técnicos no ha liberado al hombre, sino que lo ha hecho esclavo de sus propias conquistas y pasiones. Su consejo y encargo paternal es que ante tal progreso exterior, “nosotros avancemos en el conocimiento y en la conquista de nuestro mundo interior por medio de una metódica autoeducación”. Y que ésta sea nuestra tarea hasta el fin de los tiempos.

1 comentario:

  1. Parabéns Sr. Nuno pela bela iniciativa! A partir de agora estaremos acompanhando esta importante contribuição.

    José Roberto e Bernadete Nassif - Brasil

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