miércoles, 29 de diciembre de 2010

Pensar y vivir orgánicos

Texto del Padre Fundador

Luego de finalizar los estudios, la labor de docente y educador le ofreció a mi espíritu la oportunidad de sumergirse más hondamente en la vida. Desde el punto de vista psicológico parece evidente que mi actitud trascendentalista, extraordinariamente fuerte, comenzara a compensarse con esa vinculación a la vida en todas sus ramificaciones, y que gracias a ese desposorio entre idea y vida, o bien gracias a una manera orgánica de vivir y de pensar, no sólo se alcanzara una plena sanación de la vida interior, sino que también la verdadera misión de mi vida (vencer la manera mecanicista de vivir y pensar) adquiriera perfiles muy nítidos. Si a ello se agrega el íntimo entrelazamiento con el amor a la Santísima Virgen, entonces se tendrá un panorama cabal de mi lucha por el tema del organismo. Durante mi adolescencia di lugar a esa tendencia metafísica de mi alma. Pero luego, y gracias al contacto con la vida, se desarrolló la capacidad de empatía y la fuerza plasmadora. La verdadera labor creativa que se fue desarrollando más y más en el transcurso de los años, consistió en la unión armónica entre orden natural y sobrenatural, y en su interacción.

(Comentarios del Padre Kentenich al ensayo escrito por el Padre Alex Menningen sobre „Fundador y Fundación” [1960] – Ver: Kentenich READER, Tomo 1, Pág. 25 – Raíces de Schoenstatt en la infancia y juventud del P. Kentenich)

Comentario

Nuestro Fundador nos abre en estos textos su alma y nos regala una visión transparente de los procesos vitales a los que estuvo sujeto durante su juventud, y que fueron fundamentales para asumir su misión como fundador y educador de muchas personas, grupos y comunidades. Hoy, en este texto, nos desvela que la verdadera misión de su vida fue “vencer la manera mecanicista de vivir y pensar”. Estoy seguro que muchos de nosotros, sus hijos, nos encontramos personalmente con el Padre Fundador precisamente al constatar en nuestras propias vidas la separación mecanicista a la que estábamos – y estamos - sujetos en nuestro pensar, vivir y amar. “La religión en las iglesias, la fe es un asunto privado”, se escucha decir a menudo. Es posible que esa forma de pensar sea o haya sido también la nuestra. Pero poco a poco escuchamos la palabra del Fundador, leímos sus textos y supimos de su vida. Con la cercanía que nos brinda la Santísima Virgen en nuestros Santuarios y con el regalo de los vínculos que se han ido formando en nuestros grupos de vida y en nuestras comunidades, hemos crecido en esa unión armónica entre el orden natural y el orden sobrenatural de la que fue maestro nuestro Padre. En la familia natural, en la que la mayoría de nosotros vivimos, tenemos un lugar privilegiado para el ejercicio de este estilo de vida orgánico, pudiendo regalar a los nuestros el tesoro de una vinculación viva entre el quehacer cotidiano y la realidad y la presencia del Dios de la vida. Fe y vida quieren ser para nosotros, son para los hijos del Padre, las dos caras de una misma moneda.

1 comentario:

  1. Querios Paco y Anne....Vuestro hijo - hermano del más al sur, les agradece y estimula a que N.Q.PADRE fUNDADOR irrumpa en nuestras vidas cada dia con mayor fuerza y claridad ; gracia a vuestro aporte.
    Ls abrza y besa, pere. orante Frnando A. AVE MTA.

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