En estos tiempos de tanta
información y discusión sobre la ‘igualdad’ de los sexos con ministerios y
otros organismos oficiales que cuidan de promover esa ‘igualdad’, me atrevo a
proponer la lectura de algunos textos de nuestro Padre y Fundador sobre el tema.
Son citas de algunas charlas del P. Kentenich a grupos de matrimonios en los
años sesenta del siglo pasado. Personalmente me ‘encuentro en casa’ con el
principio que tanto cuidaba nuestro Fundador en su pedagogía, aquel que dice: “el
orden de ser determina el orden de actuar”. Los textos pertenecen a charlas del
mes de febrero de 1958 en Milwaukee.
"Diferencias en las formas de pensar
El pensamiento masculino es un pensamiento piramidal. Se dice popularmente: un "pensar por bloques". Se va subiendo poco a poco, se va colocando una pieza encima de la otra. La mujer sin embargo piensa en círculos. Inmediatamente abarca a toda la persona, a todo el que tiene enfrente. Esto se llama pensamiento intuitivo. Es un pensar observador. Mira adentro y capta así a la persona.
El hombre lo hace normalmente así: toma elementos y partes, los pone uno encima del otro y piensa: ¿esto encaja?, ¿aquello encaja?, ¿lo otro encaja? Entonces concluye diciendo: pues así es, así.
Lo que el hombre sabe después de seis semanas, la mujer lo sabe desde el principio....
¿Qué deducimos de todo ello? Por mi parte, supongamos que como hombre, tengo algo en que pensar. Entonces no digo: ¡Mujer, no entiendes nada de estas cosas! ... No, trataré de escuchar lo que ella piensa. Por supuesto, es lo mismo con nosotros los hombres: a menudo no podemos seguir la forma de pensar de las mujeres. Pero incluso si no puedo seguirla, me diré a mí mismo más tarde: tienes que pensar si no hay algo de verdad en eso. Verás, debemos complementarnos en el pensamiento, en los planes y en las decisiones. Tienen que probarlo alguna vez, les sorprenderá la gran satisfacción que experimentan después.
Por el contrario, la mujer tampoco debe de decir: tú, hombre, no entiendes nada de eso. No, lo ideal es pensarlo juntos, sopesarlo juntos ...
Diferentes en el dirigir
¿Cómo dirige el hombre a la familia y cómo dirige la mujer a la familia? Opino y casi se podría decir: el hombre con la cabeza y la mujer con el corazón. Pero ambos van juntos. Ahora no debes decir: el hombre tiene que hacerlo solo. El corazón también pertenece y necesita a la cabeza. También lo puedo expresar así: El hombre gobierna con órdenes y mandatos y la mujer por amor. Comprobémoslo en la vida práctica. Por supuesto, eso también puede ser diferente.... ¿Cómo pueden ambos complementarse? Suele ser así: el hombre conduce y conduce, y también puede llegar a ser muy duro en sus determinaciones. Y cuando se trata de cosas pequeñas, el hombre rápidamente acaba con la vida. La mujer a menudo se preocupa por esto. Pero cuando llegan los golpes duros, por lo general es la mujer la que es más resistente...
Una mujer que realmente desarrolla sus talentos con normalidad es un enorme consuelo para el hombre en caso de un gran dolor y también sabe cómo conducir el corazón del hombre discretamente en ese un gran dolor. ¿Entienden lo que eso significa ahora? En las cosas pequeñas, una mujer a menudo se vuelve insegura, pero en situaciones difíciles es increíblemente resistente.
Miren, ambos tienen que ser no solo una sola carne, sino también un solo corazón, una sola cabeza, complementarse mutuamente."
La filosofía del et-et es propia del PK... A veces nos encanta separar lo que en realidad está unido... Son textos que se le pueden dar una hondura teológica gigantesca... Porque ambos pensamientos, juntos, dijo imagen y semejanza de Dios. Juntos, no separados. Si el pensar masculino o femenino de separan, pueden en cierta forma esa imagen y semejanza. Gracias Paco! Un gran abrazo a vos ya Anneliese
ResponderEliminargracias Paco! Enfrentar la vida juntos, en li grande y lo pequeño, en las alegrias y en el dolor. Asi fuimos pensados, para conquistar lo mas alto!
ResponderEliminarUn abrazo enorme para ti y Anneliese!❤️