Hoy transcribo las últimas reflexiones de nuestro Fundador en el tema de las diferencias entre el varón y la mujer, tomadas de las charlas del mes de febrero de 1958 en Milwaukee y que se pueden leer en las últimas entradas en el Blog. Dice así:
Ahí radica una diferencia muy
importante. Cuando una mujer se entrega, se entrega por completo. Así, en el
matrimonio, la mujer se entrega por completo al hombre. Y por lo general el
hombre está predispuesto a dar simplemente sólo algo de sí mismo. Creo que por
naturaleza la diferencia está ahí. Mi autoeducación debiera pues ayudarme como
hombre a cambiar.
Verán, es por eso que una mujer noble
es un regalo tremendamente grande. Simplemente se entrega por completo, no
conoce nada más que a la otra persona, y puede hacer sacrificios al extremo.
Pero estos son sacrificios que el hombre ni siquiera puede ver. El varón es
generalmente más inclinado a disfrutar. A menudo se usa el tópico: Antes del
matrimonio la joven dice: ahora quiero ver si puedo hacer feliz a mi futuro
esposo. Y el joven dice: ¿Seré feliz en el matrimonio?
¿Entienden la diferencia? Pues ya
saben, ahora ambos deben desarrollar su estilo y complementarse mutuamente ....
Para mí como hombre es muy importante
entender a mi esposa. Y la mayoría de las veces no la entendemos. Nuestra
esposa se entrega por completo, no solo con la cabeza. Ella también quiere
darnos su corazón, quiere darnos todo lo que tiene. Ella no puede imaginarse
que soy diferente como hombre, y eso causa decepciones muy serias en la vida de
una mujer cuando se da cuenta por primera vez: el hombre quiere placer, pero no
me quiere a mí. Vean, se necesitan sacrificios heroicos de ambos lados para
mantener la línea...
Diferencia en la forma de sumirse en
las cosas
Ahora viene una cuarta diferencia: la
diferencia en la relación con las cosas. Prácticamente es así: el hombre está
naturalmente inclinado a apegarse a una cosa. Por ejemplo, soy carpintero o lo
que sea, tengo una fábrica o tengo mi afición; yo dependo de eso. Comprendan,
el hombre puede entregarse a tales cosas de tal manera que no ve más allá.
Una mujer que se ha mantenido sana
-siempre tengo que subrayar esto- tiene una disposición natural diferente. Puede
que le apasione su trabajo, pero por naturaleza siempre quiere mirar más allá
del trabajo. En el hogar, las mujeres no se conforman tan fácilmente con las
cosas naturales, hay un impulso más fuerte hacia la religión, hacia Dios. La
mujer está más inclinada a relacionarse con Dios: y las cosas terrenales no la
satisfarán tan fácilmente como al hombre. ...
Y ahora podría ser que ustedes digan:
‘Oh Dios mío, lo que el Padre ha dicho – yo soy hombre, en mi caso estoy convencido de que ha acertado plenamente, pero ¿lo que ha dicho de la mujer?’.
También puede ser todo el contrario. Por eso quiero subrayar que yo tipifico.
Yo he descrito en ambos casos el ideal, pero en la práctica se mezclan las actitudes
y posturas, pudiendo llegar incluso ha fundirse ambas en una unidad.”
La entrega total... es quizás u lindo punto para trabajar en los varones también. Gracias por este texto Paco!
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