viernes, 28 de abril de 2023

Experiencias con el padre y con la madre

En todo caso, tenemos que tener presente que, si queremos renovar nuestras comunidades, debemos renovar las familias, debemos crear un movimiento familiar, debemos disponer lentamente a nuestra juventud para que utilice toda su fuerza vital, para formar y conformar la vida según la imagen de la Sagrada Familia.

Sobre la importancia de la renovación total de la vida familiar.

Si existe una vivencia real, noble y natural del padre, de la madre, la vida espiritual subconsciente, instintiva, del hijo tendrá una buena predisposición. No deben menospreciar este hecho hoy en día. El saber intelectual puede ser bueno y valioso, pero no podemos valorar en toda su importancia el estar captado y realizado inconsciente e instintivamente.

Vivencias con el padre: seguridad

Si un hijo está realmente vinculado a su padre, el corazón, la afectividad, el subconsciente es marcado por una seguridad instintiva de la vida espiritual.

Experiencias con la madre: cobijamiento

Si hay una vivencia real de hijo y madre, el corazón es marcado por la vivencia de estar cobijado. Esto es de gran importancia para los hombres en tiempos tan confusos, tan desamparados y tan inseguros. La característica de nuestro tiempo es, ciertamente, una multiforme inseguridad y un multiforme desamparo.

No nos resulta difícil comprender como, según la ley de la transmisión de afectos, semejante seguridad instintiva es transmitida a Dios Padre, un cobijamiento instintivo a la santísima Virgen y por eso de nuevo a Dios. Esto es doble y triplemente positivo si se logra esclarecer a la vez el entendimiento y se agrega a la vivencia natural del padre y de la madre una imagen paternal clara y una imagen maternal traslúcida.

El que entienda este contexto total, tendrá todo un programa de reformas, un gran programa educativo ante sí, cuya realización exige toda nuestra vida. De todos modos, si aspiramos a esta cura radical de la renovación total de la familia, debemos trabajar a largo plazo y tener gran paciencia. Las familias no se renovarán de la noche a la mañana.

 J. Kentenich, 1951, 'Que surja el hombre nuevo', Pág. 100 y ss


viernes, 21 de abril de 2023

Diferencias en la relación personal y material

Hoy transcribo las últimas reflexiones de nuestro Fundador en el tema de las diferencias entre el varón y la mujer, tomadas de las charlas del mes de febrero de 1958 en Milwaukee y que se pueden leer en las últimas entradas en el Blog. Dice así:

 “Diferencia en las relaciones

Ahí radica una diferencia muy importante. Cuando una mujer se entrega, se entrega por completo. Así, en el matrimonio, la mujer se entrega por completo al hombre. Y por lo general el hombre está predispuesto a dar simplemente sólo algo de sí mismo. Creo que por naturaleza la diferencia está ahí. Mi autoeducación debiera pues ayudarme como hombre a cambiar.

Verán, es por eso que una mujer noble es un regalo tremendamente grande. Simplemente se entrega por completo, no conoce nada más que a la otra persona, y puede hacer sacrificios al extremo. Pero estos son sacrificios que el hombre ni siquiera puede ver. El varón es generalmente más inclinado a disfrutar. A menudo se usa el tópico: Antes del matrimonio la joven dice: ahora quiero ver si puedo hacer feliz a mi futuro esposo. Y el joven dice: ¿Seré feliz en el matrimonio?

¿Entienden la diferencia? Pues ya saben, ahora ambos deben desarrollar su estilo y complementarse mutuamente ....

Para mí como hombre es muy importante entender a mi esposa. Y la mayoría de las veces no la entendemos. Nuestra esposa se entrega por completo, no solo con la cabeza. Ella también quiere darnos su corazón, quiere darnos todo lo que tiene. Ella no puede imaginarse que soy diferente como hombre, y eso causa decepciones muy serias en la vida de una mujer cuando se da cuenta por primera vez: el hombre quiere placer, pero no me quiere a mí. Vean, se necesitan sacrificios heroicos de ambos lados para mantener la línea...

Diferencia en la forma de sumirse en las cosas

Ahora viene una cuarta diferencia: la diferencia en la relación con las cosas. Prácticamente es así: el hombre está naturalmente inclinado a apegarse a una cosa. Por ejemplo, soy carpintero o lo que sea, tengo una fábrica o tengo mi afición; yo dependo de eso. Comprendan, el hombre puede entregarse a tales cosas de tal manera que no ve más allá.

Una mujer que se ha mantenido sana -siempre tengo que subrayar esto- tiene una disposición natural diferente. Puede que le apasione su trabajo, pero por naturaleza siempre quiere mirar más allá del trabajo. En el hogar, las mujeres no se conforman tan fácilmente con las cosas naturales, hay un impulso más fuerte hacia la religión, hacia Dios. La mujer está más inclinada a relacionarse con Dios: y las cosas terrenales no la satisfarán tan fácilmente como al hombre. ...

Y ahora podría ser que ustedes digan: ‘Oh Dios mío, lo que el Padre ha dicho – yo soy hombre, en mi caso estoy convencido de que ha acertado plenamente, pero ¿lo que ha dicho de la mujer?’. También puede ser todo el contrario. Por eso quiero subrayar que yo tipifico. Yo he descrito en ambos casos el ideal, pero en la práctica se mezclan las actitudes y posturas, pudiendo llegar incluso ha fundirse ambas en una unidad.”

 

viernes, 14 de abril de 2023

Diferentes en el pensar y en el dirigir

En estos tiempos de tanta información y discusión sobre la ‘igualdad’ de los sexos con ministerios y otros organismos oficiales que cuidan de promover esa ‘igualdad’, me atrevo a proponer la lectura de algunos textos de nuestro Padre y Fundador sobre el tema. Son citas de algunas charlas del P. Kentenich a grupos de matrimonios en los años sesenta del siglo pasado. Personalmente me ‘encuentro en casa’ con el principio que tanto cuidaba nuestro Fundador en su pedagogía, aquel que dice: “el orden de ser determina el orden de actuar”. Los textos pertenecen a charlas del mes de febrero de 1958 en Milwaukee.

   

"Diferencias en las formas de pensar

El pensamiento masculino es un pensamiento piramidal. Se dice popularmente: un "pensar por bloques". Se va subiendo poco a poco, se va colocando una pieza encima de la otra. La mujer sin embargo piensa en círculos. Inmediatamente abarca a toda la persona, a todo el que tiene enfrente. Esto se llama pensamiento intuitivo. Es un pensar observador. Mira adentro y capta así a la persona.

El hombre lo hace normalmente así: toma elementos y partes, los pone uno encima del otro y piensa: ¿esto encaja?, ¿aquello encaja?, ¿lo otro encaja? Entonces concluye diciendo: pues así es, así.

Lo que el hombre sabe después de seis semanas, la mujer lo sabe desde el principio....

¿Qué deducimos de todo ello? Por mi parte, supongamos que como hombre, tengo algo en que pensar. Entonces no digo: ¡Mujer, no entiendes nada de estas cosas! ... No, trataré de escuchar lo que ella piensa. Por supuesto, es lo mismo con nosotros los hombres: a menudo no podemos seguir la forma de pensar de las mujeres. Pero incluso si no puedo seguirla, me diré a mí mismo más tarde: tienes que pensar si no hay algo de verdad en eso. Verás, debemos complementarnos en el pensamiento, en los planes y en las decisiones. Tienen que probarlo alguna vez, les sorprenderá la gran satisfacción que experimentan después.

Por el contrario, la mujer tampoco debe de decir: tú, hombre, no entiendes nada de eso. No, lo ideal es pensarlo juntos, sopesarlo juntos ...

Diferentes en el dirigir

¿Cómo dirige el hombre a la familia y cómo dirige la mujer a la familia? Opino y casi se podría decir: el hombre con la cabeza y la mujer con el corazón. Pero ambos van juntos. Ahora no debes decir: el hombre tiene que hacerlo solo. El corazón también pertenece y necesita a la cabeza. También lo puedo expresar así: El hombre gobierna con órdenes y mandatos y la mujer por amor. Comprobémoslo en la vida práctica. Por supuesto, eso también puede ser diferente.... ¿Cómo pueden ambos complementarse? Suele ser así: el hombre conduce y conduce, y también puede llegar a ser muy duro en sus determinaciones. Y cuando se trata de cosas pequeñas, el hombre rápidamente acaba con la vida. La mujer a menudo se preocupa por esto. Pero cuando llegan los golpes duros, por lo general es la mujer la que es más resistente...

Una mujer que realmente desarrolla sus talentos con normalidad es un enorme consuelo para el hombre en caso de un gran dolor y también sabe cómo conducir el corazón del hombre discretamente en ese un gran dolor. ¿Entienden lo que eso significa ahora? En las cosas pequeñas, una mujer a menudo se vuelve insegura, pero en situaciones difíciles es increíblemente resistente.

Miren, ambos tienen que ser no solo una sola carne, sino también un solo corazón, una sola cabeza, complementarse mutuamente."

 

 

sábado, 1 de abril de 2023

Típico varón, típico mujer

Nuestro Fundador escribió y habló en numerosas ocasiones sobre la forma de ser del hombre y sobre la forma de ser de la mujer. La autora de nuestro ‘Libro de lectura para familias’, Gertrud-Maria Erhard, abre el capítulo del libro sobre este tema con la siguiente aclaración:

“El Padre Kentenich se fija y pone acentuaciones cuando habla del género a través de la observación de la vida y de las innumerables conversaciones como pastor y guía de las almas con mujeres y hombres. Cuando en los textos se lee lo siguiente: La mujer es así, el hombre es así, la mujer piensa así, el hombre actúa así, entonces no quiere decir que los muchos miles de millones de personas deban simplemente ajustarse a dos modelos determinados. Se trata mucho más de una tendencia, de una tipificación; claro que el tipo como tal no anda suelto por ningún lado. Se trata de acentos, de puntos focales en el estado mental. No se trata de uno u otro, se trata más bien, de un plus.”

A continuación, algunas frases de nuestro Padre sobre el tema citado:


“Ahora pueden observar los contrastes, pero también pueden decirse a sí mismos: estas líneas divisorias se cruzan unas con otras; es difícil decir: hasta aquí o hasta allí. Si quieres ver las cosas con claridad, no tienes que decir: mujer y hombre, sino: principio femenino y principio masculino.”

J. Kentenich, 22 – 24.05.1934, Educación mariana, Jornada pedagógica Pág. 210

 

“Estoy tipificando. Hay hombres que son más mujer que hombre y mujeres que son más hombre que mujer.”

J. Kentenich, Mayo 1931, Ethos und Ideal in der Erziehung , S. 147

 

“¿Cuál es la fortaleza y la debilidad de cada cónyuge? Queremos empezar dibujando grandes líneas generales. No entramos ahora en demasiados detalles, y tampoco diremos: ahora te lo mostraré en un espejo – al señor o a la señora tal o cual.  No, queremos mostrar el tipo de hombre y el tipo de mujer. Tienes que comprobar por ti mismo lo que se aplica a ti. En general, hemos identificado cuatro diferencias:

1. Una diferencia en el pensar,

2. una diferencia en el dirigir,

3. una diferencia en darse o regalarse,

4. una diferencia en la adhesión ...

Tengo que rogarles una y otra vez: no solo tienen que escucharlo, también tienen que meditarlo y compararlo después.”

J. Kentenich 03.02.1958 – Am Montagabend Bd. 7, S. 297 ff.

  

En las próximas semanas traeremos al BLOG las explicaciones del P. Kentenich sobre cada una de estas diferencias.