Buscando en mi biblioteca schoenstattiana alguna lectura para las próximas semanas, me encuentro con un librito que lleva el título “Tiempos Apocalípticos – P. José Kentenich”.
Este título me llamó la
atención; me es familiar en estos tiempos de guerras en Ucrania y otros países,
pandemias globales, climas insoportables, políticos ineptos y a veces también corruptos,
incertidumbres por doquier, cambios en lo individual y colectivo, confusión
total referida a la identidad de los sexos, tasa de natalidad reducida, ancianos
olvidados, pérdida de lo religioso y trascendente, dominio de la ‘inteligencia
artificial’ con todas las fake news y las posverdades a las que estamos sometidos
en los medios de comunicación actuales, etc.
Como no quiero caer en el
pesimismo, sino que deseo vivir en la esperanza, me dije que era providencial
tener la oportunidad de saber y meditar lo que nuestro Fundador, el P. Kentenich,
pensaba al respecto allá por los años cincuenta del siglo pasado al poner este
título a un conjunto de charlas suyas. Se trata de una jornada pedagógica que
se realizó en un fin de semana de marzo de 1951 en Bellavista/Chile, dada por el
Padre para la juventud schoenstattiana universitaria. Fueron once charlas. La
Editorial Schoenstatt de Santiago/Chile lo publicó en una edición de 1000 ejemplares
en septiembre del año 1993.
Los motivos de la jornada
fueron abordados por el Padre Kentenich en la primera conferencia:
“La
Madre de Dios tiene la función de educadora y quiere regalar el carisma de la
autoeducación y de la educación de los demás. ……
Nuestra
tarea consiste en que abramos nuestros corazones y nuestras manos y pidamos:
Ahora demuestra que TU eres la Gran Educadora y que quieres llevar a nuestro
pueblo a una gran altura religiosa. …
Quisiera
esbozar brevemente los principios según los cuales la Madre de Dios quiere
educar y entregar a los educadores católicos, desde aquí, una idea sobre un
sistema de educación para este tiempo. …..
Sabemos
que el sentido de toda educación consiste en formar personas que autónomamente
y por sí mismas formen y dominen su vida diaria.”
En su primera conferencia,
después de indicar el motivo principal de la jornada, el Padre aborda las
características del ‘hombre-masa’ de hoy, también del ‘hombre-masa en lo
religioso:
“En
todo el mundo se usa actualmente el término hombre-masa. No lo olvidemos.
También existe el hombre-masa en lo religioso. El hombre-masa religioso es
religioso porque su ambiente es religioso. Pero cuando el ambiente deja de ser
religioso, el hombre-masa también pierde lo religioso. Con esto toco un problema
que es agudo y actual. …… El hombre-masa religioso es un hombre que hace
aquello que otros hacen y porque los otros lo hacen. …. En Europa del Este
actualmente se lamenta mucho el bolchevismo y su concepción del hombre y de la sociedad
humana. El bolchevismo es de manera preclara ‘humanidad masificada’, porque su
meta es la masificación y la esclavitud del hombre. ….
Les
puedo preguntar de nuevo: ¿Cuál es el fin de la educación? ¿Qué sentido tiene
la autoeducación? …… El sentido de la educación católica es un serio esfuerzo
por despertar la capacidad y disposición, como hijos de Dios y miembros de
Cristo de formar y dominar nuestra vida autónomamente y por nosotros mismos,
haciendo de ella un culto a Dios por amor a Él. ……. Solamente así lograremos en
el futuro, como hombres maduros, nadar contra la corriente, incluso cuando ésta
sea muy fuerte. Haremos sólo aquello que ante Dios consideramos correcto. …… ”
Ante de desarrollar el
sistema pedagógico el Fundador de Schoenstatt analiza en esta jornada las
circunstancias del tiempo moderno y la situación del alma:
“Por
eso es que para el educador es sumamente importante saber muy bien dónde se
encuentran los problemas y dificultades de la época actual.”
En la próxima semana nos
adentraremos en el tema, meditando algunos textos de la segunda conferencia de
esta jornada pedagógica. Ardua tarea, que el Padre Kentenich la verbaliza así:
“La
tesis acerca de la situación de la época actual queremos formularla así:
vivimos en un cambio total de época, con las características de una catástrofe
mundial.”
Decía esto en el año 1951. ¡Hoy
estamos en el año 2022!
Nota: pido disculpas a los
lectores del Blog del Padre, por el tiempo transcurrido desde los últimos
apuntes (junio de este año). Algunas dificultades técnicas y personales lo han
impedido. Animado por las sugerencias de algunos lectores, pongo de nuevo manos
a la obra. “¡En tu poder y en tu bondad fundo mi vida …..!
¡Gracias Paco! ¡Qué bueno volver a recibir tus aportes! Una mirada lúcida, esperanzadora y profunda que me llena de ánimo.
ResponderEliminarSiempre inspirador
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