viernes, 23 de septiembre de 2022

TIEMPOS APOCALÍPTICOS

Buscando en mi biblioteca schoenstattiana alguna lectura para las próximas semanas, me encuentro con un librito que lleva el título “Tiempos Apocalípticos – P. José Kentenich”.

Este título me llamó la atención; me es familiar en estos tiempos de guerras en Ucrania y otros países, pandemias globales, climas insoportables, políticos ineptos y a veces también corruptos, incertidumbres por doquier, cambios en lo individual y colectivo, confusión total referida a la identidad de los sexos, tasa de natalidad reducida, ancianos olvidados, pérdida de lo religioso y trascendente, dominio de la ‘inteligencia artificial’ con todas las fake news y las posverdades a las que estamos sometidos en los medios de comunicación actuales, etc.

Como no quiero caer en el pesimismo, sino que deseo vivir en la esperanza, me dije que era providencial tener la oportunidad de saber y meditar lo que nuestro Fundador, el P. Kentenich, pensaba al respecto allá por los años cincuenta del siglo pasado al poner este título a un conjunto de charlas suyas. Se trata de una jornada pedagógica que se realizó en un fin de semana de marzo de 1951 en Bellavista/Chile, dada por el Padre para la juventud schoenstattiana universitaria. Fueron once charlas. La Editorial Schoenstatt de Santiago/Chile lo publicó en una edición de 1000 ejemplares en septiembre del año 1993.

Los motivos de la jornada fueron abordados por el Padre Kentenich en la primera conferencia:

“La Madre de Dios tiene la función de educadora y quiere regalar el carisma de la autoeducación y de la educación de los demás. ……

Nuestra tarea consiste en que abramos nuestros corazones y nuestras manos y pidamos: Ahora demuestra que TU eres la Gran Educadora y que quieres llevar a nuestro pueblo a una gran altura religiosa. …

Quisiera esbozar brevemente los principios según los cuales la Madre de Dios quiere educar y entregar a los educadores católicos, desde aquí, una idea sobre un sistema de educación para este tiempo. …..

Sabemos que el sentido de toda educación consiste en formar personas que autónomamente y por sí mismas formen y dominen su vida diaria.”

En su primera conferencia, después de indicar el motivo principal de la jornada, el Padre aborda las características del ‘hombre-masa’ de hoy, también del ‘hombre-masa en lo religioso:

“En todo el mundo se usa actualmente el término hombre-masa. No lo olvidemos. También existe el hombre-masa en lo religioso. El hombre-masa religioso es religioso porque su ambiente es religioso. Pero cuando el ambiente deja de ser religioso, el hombre-masa también pierde lo religioso. Con esto toco un problema que es agudo y actual. …… El hombre-masa religioso es un hombre que hace aquello que otros hacen y porque los otros lo hacen. …. En Europa del Este actualmente se lamenta mucho el bolchevismo y su concepción del hombre y de la sociedad humana. El bolchevismo es de manera preclara ‘humanidad masificada’, porque su meta es la masificación y la esclavitud del hombre. ….

Les puedo preguntar de nuevo: ¿Cuál es el fin de la educación? ¿Qué sentido tiene la autoeducación? …… El sentido de la educación católica es un serio esfuerzo por despertar la capacidad y disposición, como hijos de Dios y miembros de Cristo de formar y dominar nuestra vida autónomamente y por nosotros mismos, haciendo de ella un culto a Dios por amor a Él. ……. Solamente así lograremos en el futuro, como hombres maduros, nadar contra la corriente, incluso cuando ésta sea muy fuerte. Haremos sólo aquello que ante Dios consideramos correcto. …… ”

Ante de desarrollar el sistema pedagógico el Fundador de Schoenstatt analiza en esta jornada las circunstancias del tiempo moderno y la situación del alma:

“Por eso es que para el educador es sumamente importante saber muy bien dónde se encuentran los problemas y dificultades de la época actual.”

En la próxima semana nos adentraremos en el tema, meditando algunos textos de la segunda conferencia de esta jornada pedagógica. Ardua tarea, que el Padre Kentenich la verbaliza así:

“La tesis acerca de la situación de la época actual queremos formularla así: vivimos en un cambio total de época, con las características de una catástrofe mundial.”

Decía esto en el año 1951. ¡Hoy estamos en el año 2022!

 

Nota: pido disculpas a los lectores del Blog del Padre, por el tiempo transcurrido desde los últimos apuntes (junio de este año). Algunas dificultades técnicas y personales lo han impedido. Animado por las sugerencias de algunos lectores, pongo de nuevo manos a la obra. “¡En tu poder y en tu bondad fundo mi vida …..!  

 

2 comentarios:

  1. ¡Gracias Paco! ¡Qué bueno volver a recibir tus aportes! Una mirada lúcida, esperanzadora y profunda que me llena de ánimo.

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