Texto del Padre Fundador
En lo que atañe a la aplicación, nos quedamos con la consigna “construyamos el santuario”. Quizás no sea superfluo volver a destacar lo siguiente: se trata de una visión marcadamente sobrenatural de toda la historia de la Familia; historia que hemos ilustrado con la imagen de una procesión. La procesión se va deteniendo ante una serie de altares o estaciones. Y recién al final de cada estación se da la consigna: “Procedamus in pace in nomine Domine. Amen”.
Ante cada altar se lee el evangelio, se proclama la buena nueva; es siempre la buena nueva de nuestro misterio de Schoenstatt. Permanecemos fieles al mismo misterio central:”Toda nuestra peregrinación, toda la procesión, gira continuamente en torno a lo divino”. Volvamos a gravárnoslo hoy: entenderemos y abrazaremos Schoenstatt, e irradiaremos su atmósfera, en la medida en que nos arraiguemos en la realidad del mundo del más allá, del mundo sobrenatural. Y esa realidad sobrenatural se nos aparece en una forma concreta en nuestro santuario, contemplado en su valor específico y (lo que naturalmente reviste ahora mayor importancia), en la plenitud de su simbolismo.
Veamos la historia de Schoenstatt en el marco de la historia de la revolución, de la guerra, de Dachau: todo en ella ha girado siempre en torno del misterio de Schoenstatt, de la construcción del santuario. ……………….. “Procedamus in pace”. Procesión …… He aquí, por un lado, la actitud sobrenatural; y por otro, la interpretación de lo que hemos vivido en la etapa del tiempo del exilio, y que resumimos en la consigna: “Construyamos el santuario”. En tiempos de la primera prisión, el santuario original estuvo en el centro. Hoy (comprueben cómo Dios ha ido llenando con abundantes contenidos la idea “construcción del santuario”) están en el centro el santuario filial, el santuario hogar y el santuario del corazón.
(Texto tomado de las Conferencias de Roma (21.11. y 22.11.1965) y recogido en el capítulo 37 de Kentenich reader, Tomo 2: Estudiar al Fundador, Págs. 156 y ss)
Comentario
En nuestra “procesión” hacia el jubileo del año 2014 acabamos de iniciar el año de la corriente del Santuario. Pareciera que el Padre Fundador nos quiere recordar hoy también nuestra condición de peregrinos, y que en este caminar los schoenstattianos avanzamos hacia el Padre a través de una serie de altares o estaciones en nuestra vida, ya sea privada o comunitaria. En el sentir de toda la Familia se quiere hacer presente una vez más el valor del Santuario. El Padre Kentenich nos indica el camino: todo nuestro peregrinar, toda nuestra vida debe girar en torno a lo divino. Arraigarnos cada vez más en el mundo sobrenatural, ser hombres y mujeres “del más allá”, a eso nos invita el Santuario. No se trata sólo de construir físicamente nuestros santuarios, se trata en primer lugar de hacer que nuestros corazones lleguen a ser santuarios de la Santísima Trinidad. El Fundador quiere que en medio de nuestro mundo cultivemos una fuerte vinculación al Santuario para que seamos, en su fuerza, piedras vivas de ese templo que es la Iglesia. Nuestro “vivir en el Santuario” será una forma original y concreta de nuestro “caminar en y con Dios”. Agradecemos de todo corazón que el Santuario de Schoenstatt sea el centro de toda nuestra Familia, y para nosotros una fuerte indicación y camino seguro hacia lo divino.
Profunda meditação sobre "Construyamos el Santuario"! Que o Espírito Santo continue a iluminá-lo para continuar a evangelização através de seu blog. Saludos de Nivaldo e Terezinha Abram
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