miércoles, 6 de julio de 2011

El hijo en la familia

Texto del Padre Fundador

Hemos planteado las características que debe tener una familia de Nazaret, y nombramos tres:
Primero: Una autoridad basada en un orden. Segundo: El punto central de la atención mutua es y debe ser siempre el hijo. Y tercero: Los padres y los hijos deben estar unidos entre sí por el lazo del amor.
Respecto al primer punto, ya dijimos lo esencial. Colocamos conscientemente a la autoridad paterna en primer plano, porque en lo esencial hoy vivimos en una época carente de padre. La literatura ―al menos en Europa― está llena de pensamientos acerca de la madre. La imagen del padre se esfuma cada vez más.
Al ser ésta una época carente de padre, vivimos también en una época sin Dios y sin autoridad alguna. Por eso podemos decir con tanta franqueza que la autoridad paterna, como reflejo de la autoridad divina, es básica en la familia; sin duda una autoridad fundamental que debe ser reconocida por la madre y debe conquistarse siempre de nuevo. ¿A través de qué se conquista? Mediante una tarea paterna creadora, sirviendo desinteresadamente a la mujer y a los hijos. ………….
Si queremos vivir la familia de Nazaret, debemos concienciarnos de nuevo de la importancia de la autoridad paterna. Debe ser con más fuerza el punto central de la vida familiar. ……. El campo principal de mi actividad como padre debe ser siempre la familia, a pesar de mi aptitud profesional, a pesar de la necesidad de ganar dinero, de mi dedicación política. Soy el punto central de mi familia e intervengo en la educación de mis hijos.

(De los “Retiros a las familias de Milwaukee en 1953” - Texto tomado del retiro del 18 de enero de 1953 – Ver: Familia sirviendo a la vida, Editado por el Instituto de Familias de Schoenstatt, 1994)

Comentario

En la lectura de los textos del Padre Fundador constatamos fácilmente las características centrales de su labor pedagógica. El nos regala siempre un impulso o valor central, el ideal, desde el cual va haciendo una continua asociación entre palabras, verdades y valores para llevar a sus hijos al camino de santidad. Para el Padre Kentenich el matrimonio y la familia son valores fundamentales. En los retiros citados define a la familia schoenstattiana como aquella familia “ que en la fuerza de la alianza de amor con la Madre y Reina tres veces admirable de Schoenstatt, aspira a hacer realidad el ideal de la familia de Nazaret, conforme a la época en la que vive”. A partir de este ideal está claro que la posición del hijo en la familia natural sea, a ejemplo de lo que ocurrió con Jesús en Nazaret, el punto central de la comunidad familiar. Por ello el hijo en una familia schoenstattiana quiere ser también, aunque de otra manera, el centro de la familia. La dedicación de los padres toma su referencia en los ejemplos de José y María de Nazaret. Un ideal no fácil de conseguir, sobre todo para los que dudan del valor de los ideales o intentan que los mismos se adapten siempre de nuevo a la vida misma.

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